Petro, derrotado, anunció violencia los 4 años de Duque. Y así lo hace. Desvariado fanático de ISIS-K, grupo Afgano que busca montar una red terrorista que se expanda a todas sus regiones, lo quiere imitar aquí en todo el país utilizando a los jóvenes a quienes envía un mensaje de violencia para crear el caos y difundir la idea que sólo así se podrá brindar estabilidad y seguridad a los ciudadanos, porque ningún gobierno lo ha logrado. Y comenzó a expandirse la violencia, primero con los paros y el vandalismo, después contra Fajardo en una universidad en Pereira, recientemente hasta en los partidos de fútbol - no es sólo problema del interior del país, ya se vivió en el Metropolitano - y ahora han llegado al extremo de atacar violentamente pacíficas expresiones internacionales tal como ocurrió con el Encuentro Regional del Foro de Madrid.

En contraposición al tal Foro de Sao Paulo, instigador de desmanes y propulsor del “comunismo siglo XXI” en América, el partido español VOX creó el Foro de Madrid, también internacional movimiento para contrarrestar las violentas ideologías de la izquierda radical que han comenzado a extenderse en Iberoamérica. Ya tuvieron el primer riesgoso encuentro en México, donde esperaban rechazo, aunque los mexicanos, tal vez por su cercanía con el vecino del Norte, resultaron comedidos y mesurados. No fue así en Bogotá, donde vándalos encapuchados los agredieron con piedras y bombas molotov, destruyendo la sede y poniendo en riesgo la vida de los visitantes extranjeros, en una demostración de lo que será el país si cae en manos de éstos facinerosos.

Por ello la tarea de todos es votar masivamente para que Petro no logre apoyo en el Congreso, y que después ni siquiera llegue a la segunda vuelta pues, de llegar, es grave el riesgo: Pongámonos en la hipótesis que así ocurra. El panorama de inseguridad y violencia que de todas maneras se presentaría es de veras preocupante: Supongamos que pierde, ya sea por mucho o, peor, por poco: La turba enceguecida saldrá a reclamar por el supuesto fraude destruyendo todo a su paso, y hasta al Palacio de Nariño tratará de entrar a la fuerza. Y si por las trampas que planea, o por las tortuosas maromas de sus subterráneos apoyadores, o por el gigantesco billete del que dispone llegare a ganar, ahí sí ¡la debacle! Esa misma noche una turba peor saldrá a las calles a destruir y apropiarse de todo lo que encuentre, entrarán a las casas a tomárselas a la fuerza, expropiaciones de hecho, no quedará títere con cabeza. Mientras, las fuerzas del orden, maniatadas, nada podrán hacer para impedirlo, pesa más el temor a que los encane nuestro sesgado poder judicial apoyado por una Corte abortista, tienen claro que aquél que revire lo clavan, así que estaremos indefensos.

No es una visión apocalíptica sino realista. La única manera de bloquear tan terrible amenaza es el voto. Salir a votar para elegir un congreso incomprable, que no ceda ante ninguna mermelada (ya nos ocurrió), y que firmemente se oponga a la izquierda destructora.

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