El mundo en el que vivimos, está lleno de retos por esa razón la responsabilidad nos obliga a enfrentarlos y buscar constantemente la mejor manera de actuar, entendiendo que la vida es una sucesión inevitable de acontecimientos y circunstancias, que nos llevan a encauzar los inherentes anhelos de nuestra existencia.
En los vaivenes del diario transcurrir encontramos senderos, por ellos transitamos y aprendemos a sobrellevar alegrías y tropiezos, algunos momentos nos dejan un cúmulo de experiencias que nos fortalecen ante las situaciones que acontecen y ayudan a lograr las metas que nos proponemos.
Todo es pasajero, cambiante como las hojas de los algarrobillos, unos árboles multipropósito que benefician el sistema silvopastoril de la Costa Caribe. Al llegar la tarde, solidariamente sus hojas se entristecen y activan sus dóciles acercamientos para no desmotivarse ni desprenderse del tallo que a través de la sabia, las alimentan. Los campanos como también se le denomina, silenciosamente muestran su resentimiento frente a las condiciones inclementes del sol y la sequía al culminar el día, pero no dejan de luchar por encontrar vehementemente las nuevas energías que requieren para enfrentar los embates y las angustias que le prodiga las variaciones del clima, los fuertes chubascos y los fenómenos naturales que intranquilizan, pero no desestabilizan su normal crecimiento y proyección. Esas circunstancias de la naturaleza, vital para la subsistencia del planeta y del ser humano, brindan la fortaleza para la subsistencia y encausan su periplo productivo, ante las condiciones y los cambio que encuentra en su trajinar.
Esta situación nos intriga, siempre es agradable conocer donde nos puede llevar el viento en la tarde que termina. Solo encontramos respuesta en la profundidad de nuestro espíritu cuando tratamos de comprender la majestuosidad de la creación del Universo.
Indudablemente, el tiempo se encarga de disimular o acabarlo todo, pero no de extinguir la luz del pensamiento que nos lleva al Ser Superior, cuando fomentamos el interés de acercarnos a Él.