James Rodríguez tiene un mes y dos días sin entrar a una cancha y solo ha jugado 651 minutos en 13 partidos en todo lo que va de la temporada, 341 en la Liga, 216 en la Copa del Rey, 81 en la Champions y 13 en la Supercopa. Solo ha anotado un golcito.

A pesar del bancazo tan bravo que está aguantando en el Real Madrid (por las lesiones y por sus discretos desempeños cuando tuvo la oportunidad de jugar), debe ser convocado a la Selección Colombia.

No comparto que se ponga en duda la presencia de James Rodríguez en el combinado patrio. El único mediocampista nacional con una calidad similar a la del cucuteño para asumir ya mismo el rol creativo en la Selección es Juan Fernando Quintero, y el antioqueño tampoco viene con un ritmo de competencia ideal. Juega pedazos de partido en River tras reponerse de su lesión.

Aún así, a Quintero también lo deben llamar. Son jugadores distintos y con la jerarquía que les permite brillar con la camiseta de su país, aunque no tengan continuidad en sus clubes. Lo hizo ‘el Pibe’ Valderrama cuando era banca en Montpellier, David Ospina cuando no veía media en el Arsenal y Mario Yepes cuando jugaba poco en el Milan. Son solo tres de infinidad de ejemplos. No son jugadores cualquiera, son jugadores de Selección. Por eso, sí rotundo a James.