En los Juegos Nacionales celebrados en Barranquilla se produjo la primera gran goleada que ha habido en el seno del fútbol colombiano. Magdalena se sació de un abuso incomprensible y a la vez rechazable por los públicos cuando le metió 12 goles a 0 a Caldas, integrado por estudiantes de su departamento. Casi todo el país repudió fuertemente aquel abuso que más tenía semblanza de atropello que de victoria.
No había necesidad de llenar de goles a un adversario que había venido a Barranquilla a competir en unos juegos con sabor olímpico y por eso el público asistente al estadio Municipal que luego por iniciativa nuestra fue renombrado Romelio Martínez, quien ya había perecido en un accidente de aviación que causó inmenso dolor a.
El equipo de Atlántico, como ya hemos dicho, entró a este torneo con las dos fallas señaladas por nosotros: la lesión gravísima que un salvaje antioqueño le propinó a Gabriel Diazgranados, destrozándole el tobillo izquierdo y retirándolo del fútbol para siempre. El otro hándicap fue el encarcelamiento en vísperas del torneo de José Escorcia, por homicidio en la persona de otro jugador atlanticense.
A pesar de esas dos fallas fundamentales para perder, Atlántico venció increíblemente al equipo del Magdalena por 2-1. El público barranquillero presente en el estadio se las arregló para sacar del interior una mesa pequeña, una silla y las instalaron en el centro de la cancha para que un orador se refiriera al partido que acababa de terminar. Escogieron acertadamente de orador a Romelio Martínez, ya que era ampliamente uno de los jugadores más cultos de Atlántico. Bachiller del Colegio Americano y luego profesor del mismo.
Romelio subió a la tribuna y sus primeras palabras fueron: “Atlántico le dedica esta victoria al equipo de Caldas” una frase que no dejó al orador terminarla, por la gran ovación y los gritos que poblaron el estadio. La información periodística sobre este comienzo de Romelio Martínez a Manizales, y cuando llegó el equipo atlanticense un año después a participar en el Campeonato Nacional de fútbol, prácticamente todo el público de Manizales rodeó al equipo atlanticense, pero especialmente para identificar a Romelio Martínez y felicitarlo por su dedicatoria tan gallarda. El desaparecido colega Ramón McCausland Pantoja, que acompañaba a la delegación de nuestro departamento, decía que una multitud de caldenses en el aeropuerto de Manizales solo preguntaba una cosa, a los jugadores: “señor, ¿quién es Romelio Martínez?”. Les interesaba e Romelio porque querían agasajarlo por la dedicatoria.