Las personas que forman parte de la comunidad LGTBQI+ históricamente y sistemáticamente han sido víctimas de discriminación, abusos, rechazo y odio por motivo de su orientación sexual y de su identidad de género. Hechos que la sociedad y el Estado no pueden permitir; son inaceptables y deben ser rechazados. Es irracional que exista odio contra las personas por motivo de su orientación sexual o por su identidad de género.
Colombia no ha desarrollado una legislación específica para la protección de los derechos de las personas de la comunidad LGTBQI+, pero por vía jurisprudencial la Corte Constitucional ha trazado una línea en protección de los derechos en cuanto a discriminación por el acceso a la educación, la salud y el trabajo. También es posible, mediante un trámite administrativo sencillo, acceder al cambio de nombre y marcador de género en los registros civiles de nacimiento y documentos de identidad (cédula de ciudadanía, pasaporte, licencia de conducir), para legalmente poder reafirmar la identidad de género cuando esta no corresponde al sexo biológico. La situación de Colombia es completamente diferente a la de otros países donde no es permitido cambiar los marcadores de género o sexo en los registros y documentos. Incluso la identificación como persona de la comunidad LGTBQI+ es considerada una transgresión a la ley penal y la persona puede ser sometida a prisión, como lo ha declarado recientemente Irak y algunos países de África.
Durante el mes de junio se celebra a nivel mundial el mes del orgullo para los miembros de la comunidad LGTBQI+. Con diferentes marchas, manifestaciones artísticas, conferencias y eventos alusivos a esta celebración, todos con el propósito de hacer un llamado a respetarnos y a empatizar, desafiando la discriminación y el odio, abogando por un mundo donde la diversidad de la identidad de género no sea motivo de división, sino de comprensión y aceptación.
Uno de los detonantes más fuertes para la discriminación por homofobia, lesbofobia y transfobia es la ignorancia, acompañada de costumbres o razones socioculturales. Razón por la cual, para quienes compartimos la creencia de que Dios es el creador del universo y de la vida, o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, al momento de nuestro nacimiento, somos recibidos en una sociedad y cultura que tiene estrictos lineamientos para encajarnos en ella y etiquetar nuestro futuro. Crecemos y nos educamos hasta alcanzar la madurez, para luego tomar decisiones por nosotros mismos. Y esto incluye nuestra identidad de género y preferencias sexuales, como derecho humano fundamental contemplado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en nuestra Constitución Política colombiana.