Nuestra constitución política en defensa de los derechos y las garantías, en su artículo treinta y siete dispone “Toda persona del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Solo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio a este derecho”
La posibilidad de expresar el inconformismo o el apoyo es una decisión personal, para mí es perder el tiempo, un hecho sin repercusiones, las marchas, las protestas, no producen ningún efecto en los gobiernos, ni en los anteriores ni en el actual.
El hecho de salir a recorrer las calles en apoyo o protesta, no genera ningún efecto, somos un país de odios y pasiones, muy cerca de ser una sociedad de idiotas útiles, manipulados por el populismo, que embelesa y polariza a los idiotas, para que unos cuantos puedan obtener provecho, riqueza, beneficios, grandes utilidades, a costa del sufrimiento de los más necesitados de los que creen que salir a la calle en apoyo o en contra del gobierno va a cambiar las cosas.
La naturaleza humana es vulnerable por el adoctrinamiento, los débiles e ignorantes y poco pensantes son convertidos en fichas que fácilmente se manipulan con hambre y con sed; sin recursos pero adoctrinados salen a marchar sin saber por qué, siendo utilizados por quien se beneficia, es la realidad y no podremos cambiarla de forma colectiva, no tenemos por qué entenderla ni aceptarla, que marche el que le dé la gana que efímero será su esfuerzo mientras el que dirige la marcha es el que gana.
No existirá cambio para mejorar la calidad de vida de los colombianos, los cambios que se dan y los que soportaremos son contrarios a los principios constitucionales; reformas caprichosas improvisadas quieren ser impuestas como sea!!! Mientras problemas básicos y sencillos de resolver como la regulación de las tarifas de servicios públicos, la seguridad, a atención de los servicios de salud, son imposibles de solucionar por la corrupción la mediocridad y el mal funcionamiento de las entidades de control. Es el momento de dejar de ser idiotas útiles, sumisos borregos, hay que desprendernos de la ignorancia y asumir la defensa de la dignidad humana, de los principios fundamentales, la equidad, la justicia y el bienestar general se deben imponer por encima de los intereses de los corruptos, de los enemigos de la democracia, de los enemigos del pueblo, no podemos continuar manipulados por el populismo mientras pasamos necesidades es el momento de ejercer el control político y social sin dejarnos dominar por nuestros odios y pasiones.