Seguramente cuando se publique esta columna, el número acelerado de contagios por coronavirus aún irá en ascenso en Colombia y el mundo, según conceptos de especialistas epidemiólogos, indican que solo a mediados de mayo será el pico de la pandemia, circunstancia absoluta gravedad.
El panorama internacional no puede ser más desolador con más de 1,3 millones de personas infectadas. Estados Unidos, con más de 350.000 casos diagnosticados. España, es el segundo país con más contagiados, superando ya los 130.000 contagios, seguido por Italia con más 128.000.
Alemania, aporta más de 100.000 casos a la pandemia, y Francia, presenta algo más de 98.000 contagiados. Los cinco países han superado a China, el centro y origen de la propagación del virus, con más de 81.700 casos. Italia y España, solos superaron las muertes de China, con más de 30.000 fallecidos. Por su parte Reino Unido con más de 56.608 casos, incluido el de su primer ministro BORIS JOHNSON, quien se encuentra en UCI. Estimándose que los muertos en el planeta traspasan la frontera de los 75.000.
Frente a tan apremiante situación se plantea la disyuntiva entre dos políticas públicas: Confinamiento total en casa o encierro inteligente.
El encierro inteligente ha sido planteado en los Países Bajos, particularmente Holanda es pionera en implantarlo, con el objeto de evitar medidas represivas, apela a la libertad y autodisciplina de los holandeses, quienes a fin de cuenta son responsables del cumplimiento de las medidas sanitarias, al considerar que no es necesario el confinamiento total en el hogar.
Esta política de encierro inteligente, que pretendía mal copiarse en Colombia, ha sido claramente cuestionada por la comunidad europea y el mundo, porque no evita la propagación del virus, bajo el criterio de que la gente crea inmunidad al virus al estar en la calle, por el contrario, las unidades de cuidados insensivos no dan abasto en el país bajo.
Entonces, hay que hacer la siguiente claridad, en el sentido de que la política de confinamiento total en casa tampoco cura el COVID 19, ésta se adopta mediante cuarentenas, para:
1.- Atender el contagio masivo que se avecina, comprando camas, ventiladores y construyendo unidades de cuidados intensivos. En Colombia solo hay 5.400 camas en unidades de UCI, las cuales no alcanzan para atender la crisis, basta decir que si los países desarrollados, no han tenido la infraestructura en salud para atender la pandemia, un país del tercer mundo como Colombia con 5.400 camas de cuidados críticos, estaría llamado a sucumbir en una mortandad indeseada.
2.- Procurar que se aplane la curva de ascenso del contagio masivo. Para ello las personas deben estar en casa, no solo para no contagiarse, sino para ganarle tiempo a la propagación del virus que ya está en la calle, lapso utilizado para comprar pruebas rápidas diagnósticas, aplicarlas para así saber exactamente donde están los infectados asintomáticos. Y, 3.- Evitar el contagio masivo en la calle, entre otras, son las razones del encierro total en casa.
Entonces claramente, la política inteligente contra el coronavirus es el confinamiento o encierro total en casa, por lo menos hasta la primera quincena de mayo, época estimada del pico de la curva de contagio.
Quédese en casa porque si se llegare a contagiar masivamente el pueblo colombiano con coronavirus, como ha sucedido en los países desarrollados, así también será el elevado número de muertos, que llegó en el primer mundo hasta 8.000 muertos en un día. Es claro, no habrá donde atenderlos, tampoco camas de cuidados intensivos ni ventiladores para asistirlos, lo más triste no hay duda que superaremos las muertes en el mundo, pues no hay “cama pa tanta gente enferma”.