Barranquilla al igual que el resto de ciudades en el país, enfrenta un desafiante escenario económico marcado por la evidente desaceleración de su actividad productiva. Los cálculos más recientes del Índice Mensual Económico Distrital (IMED) de Fundesarrollo muestran una disminución de 1.2% en la actividad de la capital del Atlántico atribuible entre otros factores a las afectaciones en las ventas de vehículos nuevos y de inmuebles, las exportaciones, menores ventas del comercio minorista, a la caída en la producción real de la industria y a la reducción de la demanda de energía no regulada.

En cuanto a futuros escenarios se prevé que la desaceleración económica local, se siga reflejando en sectores como el comercio y la industria. Las perspectivas para 2023 muestran un crecimiento de la actividad de Barranquilla cercano al 0.9%, el cual se presenta en un contexto de alta inflación y tasas de interés que se esperan alcance niveles del 9.6% y 11.7% respectivamente. Este panorama de bajo crecimiento y alta inflación podría generar retrocesos en indicadores sociales en la ciudad. Para contrarrestar dicho efecto, se requiere de una estrategia integral que involucre a todos los sectores y actores; y en donde el liderazgo y la capacidad de gestión del equipo económico del próximo gobierno local permita consolidar grandes apuestas de desarrollo.

La ciudad necesita solucionar y avanzar en la ejecución de algunos proyectos de infraestructura los cuales podrían convertirse en una hoja de ruta para mitigar la desaceleración económica; como por ejemplo, la situación de la modernización del Aeropuerto Ernesto Cortissoz, la navegabilidad del río Magdalena, la estabilización costera de Juan de Acosta, la obras del acueducto regional del Norte, cuyo inicio de trabajo de las obras fue anunciado la semana pasada, por lo que el reto es su culminación en los tiempos esperados, la terminación y puesta en marcha del Museo de Arte Moderno, que avanza gracias al trabajo mancomunado entre lo público y privado, la recuperación de vías principales como la Circunvalar, Murillo y la Calle 30, la ampliación e integración del sistema de transporte público y la construcción de bibliotecas en las localidades más apartadas entre muchos otros. Todos estos proyectos hicieron parte de lo mencionado en el evento realizado el pasado mes de septiembre de la iniciativa Casa Grande Caribe y de los comentarios recibidos por expertos en el tema sobre las obras que se deberían priorizar en los próximos años, para mejorar la competitividad de Barranquilla. Sin embargo, lo anterior requerirá no solo eficiencia local sino también disposición y voluntad del gobierno central en apoyar el desarrollo de la capital del Atlántico.

*Directora Ejecutiva de Fundesarrollo.