El primer trimestre de 2023 el Producto Interno Bruto (PIB) de la región presentó un crecimiento de 1.4% anual según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), en tendencia con la desaceleración que viene presentado el país como consecuencia del deterioro persistente en las actividades agropecuarias y comerciales. Este crecimiento, estuvo jalonado principalmente por la industria manufacturera cuyas actividades se concentran en tres departamentos (Atlántico, Bolívar y Córdoba) quienes contribuyen con el 88% del PIB manufacturero en el Caribe colombiano. De ahí, las diferencias presentadas en la reactivación económica con los departamentos de la región cuyas estructuras productivas se encuentran concentradas en un solo sector, la explotación de minas y canteras.

Este es el caso del Cesar y La Guajira donde las actividades minero energéticas representaron en 2021 el 38% y 51% de su PIB.

Es precisamente esta heterogeneidad productiva uno de los principales retos pero en donde también se encuentran grandes oportunidades de desarrollo económico y social de esta parte del país. Los cambios en los patrones de consumo, la llegada de fuentes de energías más limpias y el eventual agotamiento de recursos naturales genera la necesidad de planear una región con un futuro ambientalmente sostenible. Sin duda, la costa Caribe se volverá un lugar estratégico del sector energético en Colombia. La Guajira se ha convertido en el centro energético del país siendo el único departamento en Colombia que está presente en toda la matriz energética nacional. Actualmente, tiene 16 proyectos en diferentes etapas de parques eólicos. Así mismo, la privilegiada ubicación geográfica de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla facilitan el impulso de nuevos modelos de negocios como lo es el “nearshoring”, una nueva apuesta que busca aumentar la competitividad y consolidar a la región como el principal “hub” industrial y de exportación del país.

Sin embargo, ser competitivos es una condición necesaria más no suficiente para poder sobrevivir en un mundo globalizado. Para lograrlo es indispensable crear condiciones que promuevan el desarrollo social, infraestructura física, inversión en capital humano y en tecnología y producción científica para lograr procesos productivos más eficientes. El desarrollo de inversiones en infraestructura que faciliten la adaptación al cambio climático, la inclusión social, la planificación ambiental y que además tengan en cuenta los planes de ordenamiento territorial, deben estar en el centro de la agenda regional en las próximas elecciones.

* Directora Ejecutiva de Fundesarrollo