No me refiero al rey de la selva y menos cómo cazarlo, sino a nuestro muy maltratado arroyo “León”, ese que nace en Galapa, atraviesa una porción del suroccidente de Barranquilla, al que desde la EDAR “El Pueblo” que opera la Triple A, se vierten las aguas residuales tratadas de esa gran área de la ciudad, y al que en invierno le descargan desperdicios de todo tipo demostrando una incultura ciudadana vergonzosa. Ese mismo desde el que se bombean y tratan con biotecnología las aguas con las que se llenó el lago de “El Cisne” cuando se convirtió en un desierto y con las que esta laguna se sostiene en perfectas condiciones para beneficio de la fauna que hoy la habita, el mismo arroyo que sigue hasta la ciénaga de Mallorquín.
Y el título de la columna obedece a que hace unos 12 años se construyó una trampa en el cauce de este arroyo “León”, consistente en una parrilla ubicada entre la Autopista al Mar y la carretera a Puerto Colombia, a la altura de Caujaral, para atrapar basuras producto de nuestra incultura ciudadana. Allí quedan retenidas toneladas de desechos que son recogidos por la Triple A y trasladados a su relleno sanitario de “Los Pocitos”. Pero esa trampa está ubicada a muchos kilómetros de la zona urbana de la ciudad desde la que se arrojan esas basuras, por lo que las mismas “navegan” un muy largo tramo por esa corriente, y esa es la razón que he aducido desde hace tiempo para proponer la construcción de otras dos trampas en el arroyo “León” para la retención de desperdicios aguas arriba. Aunque lo ideal sería lograr un cambio de actitud de los cretinos que arrojan esa basura, pero lo que sucede es que en nuestro medio hay que ser realistas, ese cambio podría tomar años, y el “León” no debe seguir sufriendo por la estupidez de muchos cuando se le pueden mejorar sus aguas desde ahora con un par de obras.
Una de las trampas que propongo debería estar ubicada en el paso de ese arroyo por la Vía a Juan Mina, porque desde ahí hasta la actual trampa no hay vías ni construcciones desde las que se puedan verter basuras, y así se mantendría limpio ese cauce por más de 7 kilómetros, y porque esa es la vía hacia el relleno sanitario “Los Pocitos” de la Triple A, por lo que se ahorraría distancia y combustible. La segunda nueva trampa debería ubicarse antes de la EDAR de “El Pueblo” en un punto desde el que sea fácil la recogida de esas basuras y con la que se pueda establecer el tramo desde el que estas están siendo vertidas, para impedirlo y castigar a los responsables.
Si además de esas dos trampas, se optimizara la descontaminación de esas aguas, podría diseñarse y construirse el “Eco-parque lineal del Arroyo León”, desde el suroccidente de la ciudad hasta Mallorquín, ese que ya he propuesto en columnas anteriores. ¿Qué opinan mis lectores?