Anticipo que serán varias columnas con este tema porque resulta ser de una gran importancia para la movilidad en el norte de la ciudad y para la calidad de vida de miles de barranquilleros que se verán extremadamente afectados. Analicemos la situación partiendo de: 1.) Realidades ya consolidadas, 2.) Situaciones que se están sucediendo, y 3.) Situación futura que debemos impedir.

1.) Realidades ya consolidadas: Que desde la Circunvalación y la carrera 46 o autopista al Mar, hacia el norte, hoy es territorio de Puerto Colombia y que en esa gran área se construyeron desde hace muchos años, urbanizaciones como Villa Campestre, Country Club Villas, Ciudad del Mar, Caujaral, y más recientemente, Altos de los Rosales, en donde habitan decenas de miles de personas. También, que desde hace 20 años, Urvisa, hoy Argos, urbanizó desde la calle 98 hacia la Circunvalación, todo el gran sector de “La Castellana” conocido como Buenavista, logrando un bello desarrollo urbano, con algunas vías estrechas, que posteriormente extendió más allá de la Circunvalar, creando “El Genovés”. Pero con las urbanizaciones anteriores, más los colegios y universidades ubicados fuera de la ciudad, y “El Genovés”, la malla vial del norte de Barranquilla construida desde antes de ese boom, resultó ser insuficiente para el elevado tráfico que se generaría.

2.) Una situación muy complicada que se está sucediendo desde hace unos 3 años es el desarrollo urbano multi-estrato “Ciudad de Mallorquín”, de Argos, para 18.000 unidades de vivienda, que sumará unos 24.000 carros más a esa ya insuficiente malla vial, por lo que el colapso será de proporciones catastróficas. Una ayuda a esa calamitosa situación sería la construcción de un puente sobre la Circunvalar con la carrera 65, y lo mínimo a esperar es que sea Argos el que lo financie y construya como parte de la inversión, ya que los predios explotados fueron comprados hace muchas décadas, como terrenos rurales de mínimo valor. Además, es Argos el único que se beneficia y así mismo, el que genera el problema.

3.) Y el futuro mal, que debemos impedir que se convierta en una realidad, es el anunciado y ya en proceso de venta, “Portal del Norte”, proyecto de Argos, consistente en 8 torres de apartamentos VIS de 47 y 50 metros cuadrados cerca de la glorieta de “La Ventana al Mundo”, con el que esa empresa muestra que no le importa Barranquilla, salvo para generar toda la utilidad que pueda sacarle a esos predios. Si las fuerzas vivas de la ciudad no logramos impedir esa agresión, el colapso en la movilidad será irreversible y la afectación en la calidad de vida no solo será muy injusta con quienes han habitado en las mencionadas urbanizaciones por años y para los nuevos clientes de Argos, sino para todos. Y eso hay que impedirlo.