Es increíble cómo se normalizó ver en los medios todos los días un joven asesinado en medio de las protestas del paro nacional y no pasa nada, la impunidad es total y pese a que se ven en los videos como agentes del Esmad disparan al cuerpo las bombas lacrimógenas que están matando a los jóvenes, ni el presidente de la República ni el  ministro de defensa ni el Director General de la Policía se pronuncian, el silencio cómplice se convierte en un respaldo para estas actuaciones. Ahora bien ya que desde el gobierno existe una total complacencia frente a estos hechos, que se puede hacer desde la sociedad civil para intentar frenar esta situación, aquí cuatro reflexiones y posibles cursos de acción.

Primero: Seguir documentando las violaciones a los derechos humanos, este trabajo lo realizan los medios pero en especial es la prensa independiente la que de forma valerosa y continua lo está haciendo con todo el rigor, son estos periodistas los que realmente están documentando este momento y su trabajo tiene dos funciones, uno, ser pruebas irrefutables de las violaciones a los derechos humanos por parte del Estado, pruebas que han llegado no sólo a la opinión pública sino a organismos internacionales, dos, son piezas de memoria histórica que se están forjando, cuando el negacionismo histórico aparezca y los partidos de derecha y la policía  intenten negar su responsabilidad en todas estas violaciones a los derechos humanos que estamos presenciando, serán estas piezas de imágenes y video las que contarán la verdad, es por esto que el papel de los medios pero en especial de los independientes es fundamental.

Segundo: Tener una denuncia activa de las violaciones a los derechos humanos ya no sólo con las instancias nacionales  que sabemos que están politizadas, hoy la Fiscalía y la Procuraduría trabajan de la mano del gobierno y en función de sus intereses, sus directores no son prenda de garantía ni independencia, como no existen garantías hay que buscar que estas denuncias lleguen a organismos internacionales como la CIDH o la oficina de Naciones Unidas para los derechos humanos, instituciones independientes que si tienen poder en el sistema internacional.

Tercero: Ya que el gobierno de Iván Duque al igual que la dictadura de Maduro no les importa ni la ONU ni la CIDH, lo que se debe empezar a pedir a la comunidad internacional es que si el Estado no respeta los derechos humanos comiencen las sanciones económicas, se reduzca la ayuda económica de los Estados Unidos en materia de cooperación en Seguridad, y que la inversión extranjera sepa que está trayendo su capital a un país violador de los derechos humanos, es la única forma que los Estados violadores frenen de alguna manera su accionar, porque de resto hablar de decapitados o muertos en las calles todos los días lo convirtieron en paisaje, y las típicas frases de cajón de "vamos a dar inicio a investigación exhaustivas" sabemos que no son verdad, la violación a los derechos humanos no se puede permitir sea de izquierda o de derecha, sea de la dictadura de Maduro, Ortega, Al Assad, o de los asesinatos y decapitados en las calles de Colombia.

* Director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz.