La voz paro tiene muchos significados. Entre los más destacados están la huelga, un infarto, una especie de araña, la forma cómo llaman al desempleo en España, un rey indígena en la Costa Rica del siglo XVI, la ciudad en Bután, un robot terapéutico y también muchos hacen el paro, aparentando o presumiendo lo que no tienen, no saben o no pueden, engañando a los incautos. ¿Te han hecho el paro?
Detenerse implica suspender el movimiento, la dinámica y toda forma de movilización. Es la parálisis proyectada sobre lo que se espera esté en la constante definida por las formas habituales. Si no sigue un propósito definido, es un retraso en la marcha natural de los acontecimientos. Será la suspensión de la idea en el lugar propicio para hacerla realidad. Toda acción tiene consecuencias inevitables.
En el camino de los sueños la reflexión juega un papel determinante. Cómo pensamos incide directamente en lo que decidimos. El pensamiento y la decisión tienen un diálogo constante en nuestra mente. Voluntario o involuntario, conocido o ignorado, el proceso transcurre sin pararse: La voluntad es la exteriorización inevitable del pensamiento si está inspirada por la conciencia.
Racional es todo lo que lleva implícita una forma de inteligencia, sustentada en la reflexión, el análisis y la puesta a prueba del potencial o el talento para responder a circunstancias, estímulos, imprevistos o situaciones. La riqueza de la razón habita en el banco de la verdad. Quienes invierten en lo cierto se aproximan a obtener los dividendos del conocimiento.
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a pensar sobre el rumbo de tu vida? ¿Seguimos el curso del contexto y la situación o tomamos la ruta trazada por nuestros planes? ¿Somos capaces de superar lo que nos paraliza, confunde o limita? Es hora de hacer un paro racional. Concentrarnos sobre lo importante priorizando lo esencial requiere una pausa especial. Un momento exclusivo para nosotros.
El paro racional es el tiempo introspectivo, analítico, reflexivo y propositivo, en el que incluimos la autoevaluación de nuestras decisiones para planificar o elegir las metas y avanzar en el estímulo de las fortalezas y habilidades que permiten transformar las ideas en realidad. Constituye el diagnóstico de la autoestima. Es la ocasión crucial para determinar tu destino. La fórmula calculada para impulsar la inspiración. El ritmo requerido para fortalecer al corazón.
Si piensas, lo puedes hacer. Si quieres, lo puedes tener. Y si lo sueñas, necesitas esforzarte para que nada impida el avance de tu determinación. Decídete: Empieza con un paro racional.