Queremos conquistar nuestros sueños le dijo la niña a su papá. Su hermano más pequeño le respondió: ¿Qué es conquistar? Porque yo sueño todos los días que vivimos en un parque de diversiones, dónde payasos, malabaristas, actores y los que bailan, nos llaman jefes. Allí además somos los dueños de las montañas rusas y los barcos piratas.

Al ver el entusiasmo de ambos, su padre les dijo: Conquistar es alcanzar lo que soñamos. Hacer realidad nuestras ideas mediante un plan y el cumplimiento de unas metas. ¿Se animan a crear el mejor parque de atracciones de nuestra ciudad? ¿Diseñamos un universo que haga felices a todos superando tanta violencia, inseguridad, pobreza, inequidad y desigualdad?

Debemos trabajar duro para que esa idea no muera al nacer y sea además de un negocio rentable, muy útil a nuestra sociedad, al país y a todo el mundo que venga a visitarnos, concluyó el papá con una sonrisa. ¿Se han vuelto fantasías nuestros ideales? ¿Dejamos de creer a causa de la dificultad? ¿Tenemos un plan de vida con objetivos claros? ¿Medimos y evaluamos nuestra capacidad de ejecución? Nada es lejano ni tardío cuando se quiere de verdad. Entre el poder y el deseo, habita la decisión.

La estrategia es mucho más que un plan de acción. Requiere 7 íes: Inspiración, innovación, invención, integración, inclusión, información y mucha inteligencia. Aquello que sueñas es capaz de anunciarte el camino conducente a su realización. Si sumas al deseo determinación y eliges asociar tu talento con lo mejor de tu entorno, el esfuerzo compartido hará arte con la magia y el poder propio de la voluntad.

La estrategia social es la prevalencia de la idea colectiva, el sueño comunitario y la aspiración del grupo, construida a partir del poder del acuerdo, mediante la planificación y el consenso de la visión, la misión, los objetivos y los propósitos de toda iniciativa que involucre a dos o más personas en un proyecto de desarrollo común. Es el imán conector de los diferentes. La brújula de quienes descubren el camino deseado. El reto permanente de la convivencia.

Muchas sociedades cruzan la línea de la apariencia entrando en el espacio recurrente del atraso, bajo el estancamiento y el conformismo provocado por la ausencia de liderazgo. Y no es que no existan personas presumiendo mando, dominio, control o jefatura de las instituciones. Abundan quienes más allá de las funciones que desempeñan, prometen mucho más de lo que son capaces, vendiendo habilidades extraordinarias para manipular a mucha gente. Jefes si hay, lo que escasea es liderazgo.

Soñar es conquistar, si aportas para la estrategia social.