Los ojos han inspirado el arte a través de la historia. Para muchos eran el signo del alma, la ventana y la puerta de ingreso a las profundidades del ser. Algunas cosmovisiones todavía defienden la idea de que son vínculos de acceso y conexión con lo trascendente. Otros piensan que son el canal que conduce a entender la realidad. ¿Te gusta mirar? ¿Qué es lo que habitualmente capta tu atención? ¿Estás cuidando tu sentido de la vista como cuidas tu vida?

La visión es la capacidad de representación y registro de la realidad. Sentir el poder de la imagen es abrir la conciencia para alcanzar la proyección de la razón. Ver es la antesala del saber, aunque lo que se quiera conocer sea imperceptible. La mirada es el instrumento primigenio de la observación. Cómo ves a los demás proyectas tu imagen individual en el plano colectivo.

Si puedes descifrar, analizar, describir, descubrir y apreciar más allá de lo que contemplan tus ojos, posees una habilidad excepcional en nuestro tiempo: Discernimiento. Es la capacidad habilitante para reconocer el bien y advertir el mal. El lenguaje de la fe no requiere ver. Exige creer. Lo esencial es muy superior a lo temporal porque su dimensión va más allá de la distancia captada por la visión.

Las tipologías son estudios que agrupan un conjunto de objetos, sujetos, elementos o valores según sus afinidades, semejanzas, diferencias, cercanías o cualidades. Son vigilantes de los patrones y rasgos comunes existiendo a partir de la búsqueda de lo parecido o relacionado, para proponer explicaciones de fenómenos, hechos o realidades.

Todo lo que termina en tipo, tiene ese origen común. Por ejemplo, arquetipo, genotipo fenotipo, prototipo, estereotipo y muchas voces más. Cuando preguntas ¿Qué es lo que quiere este tipo? Estás en el mundo de la tipología, aunque lo veas y no lo creas. El asunto es que al igual que la visión, algunas tipologías requieren tratamiento especial y urgente.

La tipología bifocal es la errónea clasificación de personas, culturas, conductas, pensamientos, credos, identidades, cualidades o habilidades, provocada por la limitación de los criterios definidores del interés particular y colectivo a causa de la influencia o la acción de fanatismos, extremismos, radicalismos o fundamentalismos. Dependiendo de quién se mire se ve diferente. Por supuesto se trata y además se acusa o defiende.

Bajo este criterio existen tipologías con dificultades en la visión. Para los mediocres, facilistas y pésimos liderazgos, los malos son los que piensan diferente y los buenos serán quienes les apoyen porque sufren de tipología bifocal.