El irrespeto
Respetar es reconocer los derechos de la otra persona. Tiene que ver con la consideración y deferencia que merece nuestro cónyuge. El irrespeto es enemigo del buen vivir. Acaba con la paz y la tranquilidad en cualquier grupo. Una persona respetuosa comprende y acepta las diferentes maneras de pensar y actuar de las otras personas. También trata con cuidado todo lo que le rodea. El irrespeto es una forma de violencia matrimonial que puede irse agravando a medida que transcurre el tiempo. Se inicia con insultos, se pasa a los golpes, se amenaza con hacer un daño y a veces se llega a situaciones trágicas.
La incomunicación
La deficiente comunicación impide resolver los problemas de la vida cotidiana. Las parejas que no dialogan van acumulando situaciones sin resolver que cuando estallan generan crisis dolorosas. Muchas veces la pareja no se comunica porque uno de los dos tiene miedo a la ira del otro. Los maridos coléricos (además de ser frecuentemente candidatos a que les “pongan los cachos”, hecho demostrado) generalmente no saben todo lo que la esposa piensa o hace, porque esta le oculta gran parte de sus actividades por miedo a sus ataques de ira. La capacidad de conversar tranquilamente sobre los problemas es quizás el mejor indicador de que una pareja puede permanecer unida y feliz hasta que la muerte los separe.
El desamor
No expresar el amor que sentimos por nuestra pareja lleva a vivir el desamor. Lo más importante del amor es que la persona se sienta amada. Hay varias formas de expresar el amor: con palabras, con regalos, dedicándole tiempo a la persona amada o con caricias. Cada persona tiene una forma especial de recibir el amor, y si se expresa de otra manera, la persona no se siente amada. Es importante expresar nuestro amor en la forma que le llega a nuestra pareja. Cuando un cónyuge no se siente amado es muy fácil que surja la infidelidad o el divorcio.
El egoísmo
La generosidad, lo opuesto, se refiere a colaborar de un modo honesto sin esperar nada a cambio. Se visualiza fácilmente en áreas como el manejo del dinero, las tareas domésticas y la crianza de los hijos.
La irresponsabilidad
La responsabilidad se refiere al adecuado cumplimiento de las obligaciones, o al cuidado al hacer o decidir algo, o al actuar con el claro reconocimiento de que los resultados de cumplir (o no) las obligaciones recaen sobre sí mismo. Lo contrario afecta mucho la relación de pareja.
La sexofobia
El sexo es algo constructivo, saludable y placentero que Dios le regala a la pareja humana para su realización. La fobia al sexo proviene generalmente de las absurdas ideas sobre la sexualidad, como algo malo, sucio y pecaminoso. La sexofobia se adquiere generalmente por la mala o deficiente educación sexual. Se refleja en trastornos eróticos como el bajo deseo sexual, en problemas de erección o en la deficiente lubricación. La sexofobia mata la vida erótica e impide que la pareja disfrute a cabalidad su vida conyugal.
Te invito a conversar con tu pareja sobre estos seis pecados capitales de la vida en pareja.