El excesivo y agobiante calor acapara y atropella nuestra cotidianidad. Se ha vuelto tema obligado de conversación por la afectación que nos causa para la realización de las actividades diarias, muy a pesar de que en nuestra región Caribe colombiana estamos habituados a soportar las altas temperaturas características de esta zona tropical. Hoy, el cambio climático no solamente golpea a la humanidad a través de fenómenos naturales como las inundaciones, los movimientos de tierra, los huracanes, entre otros, sino, especialmente, con olas de calor que nos exponen a altísimas temperaturas y pueden causar síncope, agotamiento, deshidratación o el golpe de calor que puede llevar a la muerte.

Los reportes globales evidencian que se trata de una situación sin antecedentes y que viene aumentando aceleradamente. Muestra de lo anterior es que los tres días más calurosos a nivel global —hasta ahora— fueron los pasados 3, 4 y 5 de julio, de acuerdo con mediciones del Servicio Meteorológico de la Unión Europea, Copernicus.

El informe ‘El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022’, de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), reveló que entre 1991 y 2022 la región presentó una tendencia media al calentamiento de unos 0,2 °C por década, con mayor incidencia en los países del Caribe y México. Este es el nivel más alto de aumento que se registra hasta ahora, con consecuencias catastróficas tales como la sequía prolongada en Suramérica, el calor extremo y los frecuentes incendios forestales.

Igualmente, la OMM planteó que “la población de América Latina y el Caribe debe ser más consciente de los riesgos relacionados con el clima, y es preciso que los sistemas de alerta temprana de la región se fortalezcan y lleguen a las comunidades que más los necesitan. Solo el 60 % de la población goza de la cobertura de sistemas de alerta temprana de peligros múltiples, según datos de 2020”. Así mismo, hay preocupación por el avanzado calentamiento de los océanos, con especial atención en el Pacífico tropical, en el que incide el fenómeno climático de El Niño.

Es necesario tener mayor cuidado con las personas portadoras de factores de riesgo, con enfermedades crónicas o que tienen edad avanzada. Igualmente, con los niños y quienes realizan actividades físicas intensas al aire libre, sean deportivas o laborales. Para todos, es sumamente importante la hidratación constante, la ventilación de viviendas y demás espacios, el uso de ropa fresca, al igual que evitar la exposición prolongada al sol.