
#AlexCharEs
Para mi gusto, estamos ante un fenómeno político y social llamado Alex Char, del cual estoy seguro sonará en las próximas elecciones con fuerza.
Alejandro “Alex” Char Chalijub es uno de los posibles candidatos para la próxima presidencia de Colombia.
Corría el año 2012 y un periodista amigo me comentó que le había preguntado al exmandatario Álvaro Uribe cuáles eran sus candidatos para las elecciones presidenciales de 2014. La respuesta fue Óscar Iván Zuluaga, Pacho Santos y Alex Char. Para ese momento, Char era prácticamente desconocido para mí. Por eso me extrañó que Uribe lo tuviera en cuenta en la baraja de presidenciables.
Ocho años después de aquella anécdota, reconozco mi ignorancia política y acepto que estaba totalmente equivocado. Char, para ese 2012, ya era una realidad política en Colombia, sobre todo en Barranquilla, en el departamento del Atlántico y en general en toda la Costa Caribe.
En su paso por la Alcaldía de Barranquilla Alex Char fue el mejor burgomaestre del país. Y no lo digo yo, también lo dijeron en su momento casi todas las encuestas. Char en su ciudad es toda una celebridad. Mientras fue alcalde pocos le decían doctor o señor alcalde. La mayoría, a petición de él mismo, le decían solo Alex.
Aún hoy, me consta que los barranquilleros lo tratan como a un amigo. Para Char es lo mismo estar en una fiesta en un club exclusivo, que en el barrio más pobre de Barranquilla. Y tiene una ventaja más, no le molesta la crítica y reconocía cuando las cosas no se estaban haciendo bien en su administración.
Todavía a sus detractores, a diferencia de tanto “cacique” del centro del país, Char los trata bien y sobre todo los tiene en cuenta para sus decisiones. Es decir, no es un político de broncas eternas y sabe escuchar.
A Char le encanta trabajar con mujeres porque, según me ha dicho, son mejores que nosotros en todo. “Mire no más un detalle –me dijo–: una mujer es capaz de llevar su hogar con un salario mínimo. A un hombre esa tarea le queda imposible”. Por eso, con su apoyo crecieron dos de las grandes funcionarias con las que actualmente cuenta el gobierno de este país: la actual gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, y la ministra de las TIC, Karen Abudinen.
Mientras fue alcalde, las cifras siempre lo respaldaron, por ejemplo, hizo de Barranquilla la ciudad –entre las 13 principales– que más redujo la desigualdad en el ingreso. En 2012 Barranquilla se ubicaba en el puesto 10 entre 13; en 2017 logró ubicarla de quinta, también entre 13.
En cuanto a educación sus resultados fueron igual de positivos, multiplicando el número de centros educativos de primer nivel en el país.
En síntesis, para mi gusto, estamos ante un fenómeno político y social llamado Alex Char, del cual estoy seguro sonará en las próximas elecciones con fuerza. Cualquier ataque que se le quiera hacer es producto de la envidia y de la incapacidad de personas que quisieran hacer lo que este hombre ha hecho por su ciudad y que en unos años seguramente hará por el país.
Alex cuentas con mi apoyo incondicional, sabes que más que mi amigo eres mi hermano y no dudo que Barranquilla y el Atlántico también te apoyarán en el futuro.
Más Columnas de Opinión

Sufrimos de bipolaridad
El estudio más reciente de la Asociación Mundial WIN-Gallup concluyó que Colombia obtuvo el nivel más alto de sentimiento de felicidad del mundo. No obstante, contrasta este resultado de sentimiento individual, con mayor pesimismo respecto del

El relato hecho añicos
Que el hijo y el hermano estén señalados de recibir dinero a escondidas y de personas vinculadas hoy y en el pasado con hechos de corrupción y con el narcotráfico destruye de raíz el relato de la izquierda y de Petro.
Han sostenido

El petrismo debe responder por Nicolás Petro
Gravísimas las acusaciones contra Nicolás Petro. Tanto por el contenido de los cargos como por la persona que los hace y las pruebas que aporta.
Por el contenido, porque Nicolás Petro aparece robándose mil millones de pesos de la cam

La felicidad del trabajo
La reforma laboral tiene tanto aspectos positivos como otros que se presumen negativos debido a la falta de un análisis de impacto económico y del mercado laboral que mida los efectos que esta reforma podría tener si se aprueba. Merece la pena