El 20 de julio celebramos un evento fundamental en la historia de Colombia: nuestra independencia. Es un momento para recordar la lucha por la autonomía y la resistencia contra la opresión, una lucha que ha definido la identidad de nuestra nación. Pero más allá de celebrar la libertad ganada en batallas pasadas, es un momento para reflexionar sobre lo que significa ser un estado social de derecho.

Hace más de dos siglos, nuestros antepasados dieron un paso audaz hacia la independencia. Esta acción sentó las bases para el estado que conocemos hoy: una Colombia que se enorgullece de ser diversa, dinámica y, por encima de todo, libre. Sin embargo, nuestra independencia no sólo es una conmemoración de la liberación del yugo colonial, es un recordatorio constante de nuestro compromiso con los principios democráticos y la protección de los derechos humanos.

El recuerdo de este día nos ayuda a comprender cómo nuestro pasado colonial ha influenciado nuestra identidad nacional y ha moldeado la estructura de nuestra sociedad actual. El proceso de reconstrucción de la memoria histórica ha permitido reconocer nuevas facetas de nuestros movimientos independentistas. Nos recuerda que nuestra independencia no fue el resultado únicamente de las acciones de unos pocos, sino de la colaboración y el esfuerzo de muchos, incluyendo a aquellos que han sido marginados en las narrativas históricas.

Celebrar la independencia no sólo significa conmemorar nuestro pasado, sino también mirar hacia el futuro. Cada año, debemos renovar nuestro compromiso con los ideales de libertad, igualdad y justicia que guiaron a nuestros antepasados en su lucha por la independencia. Debemos trabajar juntos para construir un estado de derecho donde cada ciudadano sea reconocido y respetado, independientemente de su origen, creencia o posición social.

Hagamos una pausa para reflexionar sobre lo que significa ser un estado social de derecho. Agradezcamos a aquellos que lucharon por nuestra independencia y recordemos que la lucha por la justicia y la igualdad continúa. Hagamos nuestra parte para asegurar que los ideales que guiaron a nuestros antepasados sigan vivos en nuestra sociedad y que nuestra diversidad cultural siga siendo una de nuestras mayores riquezas.

La independencia de Colombia no es sólo una fecha en el calendario, sino un símbolo de nuestra capacidad para gobernarnos a nosotros mismos y proteger los derechos de todos. Es un recordatorio de nuestra responsabilidad de mantener vivos los ideales de justicia, igualdad y libertad. Este es el verdadero significado de nuestra independencia. Este es el verdadero espíritu de Colombia.