Para muchas personas, los murciélagos son una amenaza aterradora. Pero para la ciencia, son un mamífero milagroso.

Para muchas personas, los murciélagos son una amenaza aterradora. Sin embargo, detrás de su apariencia enigmática y nocturna se esconde un mundo fascinante y lleno de misterios. Desde el mundo precolombino hasta la ciencia moderna, los murciélagos han desempeñado roles simbólicos y han sido objeto de investigación científica, revelándose como verdaderos mamíferos milagrosos.

En el mundo precolombino, la riqueza y abundancia de los quirópteros, así como su carácter nocturno y su hábitat en lugares como las cuevas, contribuyeron a justificar el hecho de que se originaran diferentes asociaciones simbólicas. El murciélago se vinculó con el útero, el inframundo, la muerte y la oscuridad. En el arte Tayrona, por ejemplo, sobresale la figura del hombre murciélago, que alude al poder y capacidad de los líderes-chamanes para transformarse con sus adornos en este mamífero nocturno y así adquirir sus poderes y cualidades excepcionales.

Pero, más allá de las leyendas y las representaciones culturales, los murciélagos tienen un rol fascinante en el mundo de la ciencia. Durante milenios, los virus de los murciélagos representaron una pequeña amenaza para la humanidad. El hábitat de vida silvestre no perturbado proporcionó una barrera protectora entre los patógenos y las personas. Sin embargo, las incursiones humanas en sus territorios han creado un campo minado de riesgos que cubre más de 9 millones de kilómetros cuadrados en 113 países. Sorprendentemente, más de una de cada cinco personas en la Tierra vive en estas áreas. Los científicos ven a Brasil como una probable cuna de una futura pandemia. La rápida destrucción de la selva tropical ha dejado 1,5 millones de kilómetros cuadrados de tierra propensa a que un patógeno transmitido por murciélagos infecte a los humanos, más que en cualquier otro país.

Los murciélagos son conocidos por albergar una diversidad viral sorprendente, incluyendo virus mortales como el Ébola, el SARS y el virus Nipah. Estas infecciones son a menudo fatales para los humanos, pero los murciélagos parecen ser capaces de tolerarlas sin problemas. Estudiar cómo los murciélagos manejan estas infecciones podría brindar información valiosa sobre el sistema inmunológico y ayudar en el tratamiento de enfermedades.

Recientemente, los científicos del Programa de Enfermedades Infecciosas Emergentes (EID) de Duke-NUS han realizado un avance importante en esta área. Han identificado una proteína presente en los murciélagos que parece ayudarles a sobrevivir a las infecciones virales. Esta proteína ha demostrado reducir la inflamación inducida por múltiples virus y diversas enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer, enfermedades cardiovasculares y artritis. Estos hallazgos sugieren que esta proteína podría tener potencial como tratamiento para la inflamación en humanos.

Aprovechar su capacidad única para albergar y sobrevivir a infecciones virales podría tener un impacto positivo en la salud humana. Si logramos aprender de ellos y entender cómo manejan estas infecciones, podríamos desarrollar nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades y la prevención de pandemias.

Además de su importancia en la investigación médica, los murciélagos desempeñan un papel vital en los ecosistemas. Son excelentes controladores de plagas, ya que se alimentan de insectos en grandes cantidades. También contribuyen significativamente a la polinización de plantas y a la dispersión de semillas, promoviendo así la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. La protección y la restauración del hábitat de los murciélagos son medidas efectivas para prevenir la transmisión de virus de murciélago a humanos a través de la zoonosis.

En conclusión, los murciélagos son verdaderos mamíferos milagrosos que merecen ser valorados y estudiados en profundidad. Más allá de los temores y prejuicios, representan un tesoro de conocimiento y posibilidades. Como bien dice el antiguo adagio anglosajón: "tan ciego como un murciélago", quizás seamos nosotros quienes padecemos esa ceguera al no reconocer todo lo que los murciélagos pueden enseñarnos. Es hora de abrir los ojos y apreciar el potencial de estos animales malentendidos que comparten nuestro planeta y pueden contribuir a un futuro más saludable y equilibrado para todos.