La vida sexual es un pilar fundamental en la relación de pareja, no solo porque implica placer físico, sino porque refuerza el vínculo emocional, la complicidad y el sentido de intimidad compartida. Sin embargo, es normal que la rutina, el estrés, los conflictos o los cambios vitales (hijos, trabajo, edad) afecten la frecuencia y la calidad de los encuentros sexuales. Desde la sexología y la terapia de pareja, sabemos que el deseo y la pasión no se pierden de manera inevitable: pueden cultivarse. A continuación, te presento varias recomendaciones prácticas para mantener y fortalecer la vida sexual en la pareja.

Hablen abiertamente sobre sus deseos y necesidades: el silencio es uno de los principales enemigos de la vida sexual. Expresar qué les gusta, qué no, qué les incomoda o qué les genera curiosidad es clave. Conversar sobre la intimidad sin juicios ni burlas crea confianza y fomenta el deseo mutuo.

Cultiven la intimidad diaria: la sexualidad no se limita al coito. Pequeños gestos como besarse con intención, abrazarse, tomarse de la mano o enviarse mensajes cariñosos durante el día refuerzan el vínculo. La intimidad cotidiana actúa como el terreno fértil donde florece el deseo.

Introduzcan variedad y novedad: la rutina puede disminuir la pasión. Explorar nuevas posturas, escenarios, juegos previos o prácticas eróticas consensuadas aporta frescura y emoción. No se trata de forzar cambios drásticos, sino de mantener la curiosidad y la capacidad de sorprenderse mutuamente.

Agenden sus encuentros sexuales: aunque parezca poco romántico, planear los encuentros íntimos puede ser altamente positivo, sobre todo en parejas con agendas saturadas. La anticipación genera expectativa, y el “cuidado del tiempo” para el sexo demuestra que ambos valoran su vida erótica.

Fortalezcan la conexión emocional: el deseo sexual se alimenta de la cercanía afectiva. Resolver conflictos pendientes, mostrarse apoyo en momentos difíciles y cultivar la confianza genera un clima emocional que facilita el encuentro erótico. Una pareja que se siente unida emocionalmente suele sentirse más deseosa físicamente.

Cuiden su salud física y mental: el cuerpo y la mente están directamente conectados con la respuesta sexual. Una alimentación saludable, el ejercicio regular, el descanso adecuado y la gestión del estrés favorecen la energía sexual. Asimismo, buscar apoyo psicológico si hay ansiedad, depresión o problemas de autoestima.

Eviten la presión o el sexo por obligación: el encuentro sexual debe ser un acto de deseo mutuo, no una tarea o deber conyugal. La presión erosiona el placer y puede generar rechazo. Es mejor esperar el momento adecuado, donde ambos estén emocional y físicamente disponibles.

Te invito a compartir estas ideas con tu pareja.

@drjosegonzalez