Esta crisis debida al Covid 19 me ha convertido en una especie de trol, es decir, una persona que en la jerga de los medios publica mensajes provocadores, fuera de contexto, mentirosos, con el fin de provocar una reacción en los usuarios o lectores de ese sitio donde se publican. La diferencia es que el trol es desconocido y la foto de mi chat la conocen; además, mi intención es que me retroalimenten y me digan si esa información es veraz o no. Reenvío lo que me envían, no sé hacer memes ni stickers.

   De todo lo que he leído o escuchado, esto es lo que sé con certeza por la calidad profesional de quienes me confirman o niegan la información: De acuerdo con las características operativas de la prueba que se usa en nuestro país, su sensibilidad es del 80%. Hay muchos casos negativos por muchas razones, por ejemplo, la orofaringe da negativa a partir del séptimo día del inicio de los síntomas, lo cual obligaría a otra prueba alternativa de conteo de anticuerpos específicos. La logística de atención autorizada está centralizada en el Instituto Nacional de Salud (INS), el apoyo que reciben es el de algunas universidades, cada una por su lado y según sus capacidades. La prueba como tal es un proceso largo, demora 24 horas el análisis. Tenemos un rezago entre 7 y 10 días en la información, las estadísticas que hoy sabemos corresponden a lo que se evaluó hace una semana, por tanto es una información atrasada. El INS ha dicho que puede hacer 2 mil pruebas diarias. En algunas unidades de cuidado intensivo se están tratando neumonías masivas atípicas como si fueran Covid, sean positivos o no. Todavía no se ha superado la capacidad instalada de camas resolutivas de cuidados intensivos, las instaladas para soportar el crecimiento exponencial temido, todavía no se están usando. Se calcula que son 9.000, de las cuales 1.000 están en Bogotá.

   Con este panorama tan incierto y con el realismo mágico debajo del brazo, voy a decir la peor noticia falsa que se me pueda ocurrir: existe una posibilidad afortunada, dentro de las terribles expectativas referidas a la letalidad de la virosis, en el sentido de no darse el impacto que se espera de un alto porcentaje de infectados y muertos –habida cuenta de nuestra irresponsabilidad colectiva en el manejo de la crisis- y que éste, nuestro afortunado pueblo colombiano, no deba lamentar un desastre y pase “agachado” en medio de esta calamidad mundial.

   Esto es lo fake: el gobierno dirá que fueron capaces de salvar al país gracias a su excelente sistema de salud, lo cual quiere decir que se mantiene su privatización. Los pastores aumentarán el valor del diezmo porque sus oraciones salvaron al planeta. Los médicos tendrán contratos dignos y no por prestación de servicios, se les reconocerán los beneficios fundamentales de seguridad. Los colombianos fuimos capaces de madurar a nivel individual y de resiliar socialmente.

Haroldo Martínez

haroldomartinez@hotmail.com