‘¿Qué dirá la gente?’, el choque entre dos culturas
La película está basada en los traumas de la directora.
Basada en la experiencia real de Iram Haq, directora de cine noruega de origen paquistaní, ¿Qué dirá la gente? nos cuenta la historia de Nisha (Maria Mozhdah), una adolescente que se ve obligada a vivir una doble vida para poder compaginar las costumbres tradicionales de su familia con la sociedad occidental donde vive.
En casa, Nisha respeta las normas impuestas por sus progenitores, inmigrantes paquistaníes. Habla el idioma de sus padres, es buena estudiante, y espera convertirse en médico en el futuro. Pero cuando sale con sus amigos y compañeros de clase disfruta de libertades que su entorno personal no aprueba, como el baile, el uso de maquillaje o amistades del sexo opuesto.
Cuando su padre Mijrza (Adil Hussain) descubre que Nisha ha traído un amigo a la casa, y asumiendo que ha habido una relación entre los dos, el choque entre padre e hija es brutal, y la solución que encuentra su madre, Najma (Ekavali Khanna), para salvarla de “la desgracia” y preservar el honor es peor aún.
Nisha es enviada a Paquistán contra su voluntad, su pasaporte es destruido y queda bajo el cuidado de unos tíos (Sheeba Chaddha, Lalit Parimoo) que no conoce. En el pueblo donde viven, y donde supuestamente deberá reconectar con sus raíces, la situación se hace mas caótica aún, llevándola a episodios absurdos e inverosímiles.
La confrontación tanto con familiares como con la gente del pueblo, que la consideran extranjera, se hace mas dramática, mostrando cuán distante es la brecha que existe entre estas dos sociedades.
A pesar de que el padre quiere a su hija, y manifiesta que la ha traído a Noruega para que tenga mas oportunidades y mejor educación, no concibe que esta se integre a las costumbres locales.
La razón fundamental ante este tipo de situaciones es “el qué dirán” que le da título a la cinta. En este sentido el tema la hace más universal y se puede aplicar a tantos grupos divididos por la religión, como por raza o género.
Como suele suceder en casos como este, la mujer se ve doblemente afectada. La madre es la más avergonzada, y cuando Nisha vuelve a Paquistán, hasta su propia familia se vuelca contra ella.
La película enfoca el problema de manera inteligente, mostrando una realidad a la cual se enfrentan tantos grupos minoritarios de países orientales que crían los hijos en occidente. Según la directora, los efectos del secuestro a que fue sometida fueron tan traumáticos que no se ha podido recuperar hasta el presente, 20 años después de que sucedieron.
La película fue estrenada en el Festival de Cine de Toronto, y constituyó la selección oficial de Noruega para los Premios de la Academia.
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