La nueva película del director húngaro Kornél Mundruczó, conocido por White God, nos presenta el caso de una pareja joven próxima a tener su primer hijo. Los dos han optado, como tantos padres primíparos, por un parto natural en casa, decisión que concluye con un trágico desenlace.

Este es el comienzo de la película, y no han aparecido los titulares aún. En una sola toma estilo cinema verité, presenciamos el trabajo de parto. Vemos a Martha (Vanessa Kirby) y a Sean (ShiaLaBeouf) en su casa en Boston, desde que empiezan las contracciones, listos para recibir a la partera que los asistirá en el proceso.

Pero la persona que habían contratado no se encuentra disponible, y en su lugar llega Eva (Molly Parker), una sustituta que al comienzo parece muy calmada, hasta que los latidos del bebé presentan anomalías. Entonces, la tensión aumenta y es preciso llamar una ambulancia.

Como espectadores, ya estamos totalmente inmiscuidos en la experiencia, y cuando aparecen los títulos nos damos cuenta de que la odisea apenas comienza.

Con divisiones marcadas por el tiempo, el filme va mostrando las etapas del duelo, a partir de las cuales se exponen temas del pasado familiar y de la situación de la pareja. Con ello elaboramos también las diferencias en el comportamiento de cada uno ante este nuevo fantasma que se interpone entre los dos.

Sean trabaja en la construcción de un puente y sueña que su hija será la primera en cruzarlo. Nos enteramos de su problema de adicción superado hace unos años, pero cuya sombra sigue latente.

De Martha por otra parte no sabemos a qué se dedica, solo que está hecha pedazos. Apenas la vemos entrando a una oficina donde todos la miran con lástima. Sin embargo, llegamos a conocer su familia,con Elizabeth (Ellen Burstyn), una madre muy dominante, de pasado traumático, que provee materialmente, y trata de controlar a la pareja.

Es ella quien sugiere llevar el caso al campo legal, contratando como abogada a Suzanne (Sarah Snook), una prima de Martha, hecho que complica aún

más el pesado ambiente que viven.

Marta lleva su dolor en silencio, mientras su cuerpo se encarga de expresarlo a partir de secreciones fuera de control. Sean es mas expresivo, llegando a extremos de agresión.

Solo el pasar del tiempo, que metafóricamente se muestra con los tramos del puente en construcción, permitirá elaborar lo sucedido, y es el momento del juicio el que revela lo que no se ha podido expresar hasta el momento. Es también ese el instante en que las semillas que con tanto cuidado ha sembrado, empiezan a germinar.

La cinta cuenta con excelentes actuaciones y un buen desarrollo de los caracteres, quienes,expuestos a una situación inesperada, se ven confrontados no sólo con el otro sino con ellos mismos.

Producida por Martin Scorsese y escrita por Kata Wéber, la película fue nominada al León de Oro en Venecia, donde ganó el premio Arca Cinema Giovani, entre otros, y se presenta por Netflix.