El aclamado director de cine francés Oliver Assayas, conocido por Destinos Sentimentales (2002), Las horas del verano (2008) y Carlos (2010) entre otras, nos trae una interesante comedia de alto nivel intelectual donde un grupo de escritores y actores muestran la falsedad y la monotonía de sus vidas profesionales y de pareja, a pesar de la libertad que supuestamente permite el medio en que se mueven.
Alain (Guillaume Canet) es un editor reconocido en las esferas intelectuales de París que aparenta tener una satisfactoria relación con su esposa Selena (Juliette Binoche). Sin embargo, su matrimonio no funcionaría si no se complementara con un ‘affair’ que mantiene en secreto con su joven empleada y colaboradora, Laure (Christa Theret), quien está encargada de la transición de la empresa hacia el mundo digital.
Selena por su parte se siente frustrada con su trabajo como actriz de una serie de televisión, al parecer muy popular, que ha llevado a que la reconozcan por la calle y la asocien con su personaje. El tedio lo resuelve con una relación con un escritor, Leonard Spiegel (Vincent Macaigne), cuyo trabajo su esposo ha rechazado.
La esposa de Leonard, Valerie (Nora Hamzawi), trabaja en una campaña política a la cual se dedica de lleno a pesar de los deslices de su dirigente, y no presta mucha atención a los conflictos de su marido. Todo parece desarrollarse dentro de una absorbente rutina que no da tiempo para cuestionamientos, hasta que se hace imposible o innecesario mantener los secretos.
Paralelo a las vidas privadas se desarrolla la temática central que los aqueja como escritores, y es el desinterés que se está produciendo en la lectura y la apremiante imposición de la tecnología. En los debates que tienen, alrededor de una cena o una copa de vino, algunos toman posiciones mas conservadoras y defienden a capa y espada la versión física del libro, mientras otros admiten lo inevitable que resulta la versión digital.
Las discusiones sobre el mercado editorial, a ratos pragmáticas y a ratos histriónicas, parecen experimentar el mismo laberinto en que se mueven sus vidas personales, que no sabemos si han dado un paso mas allá hacia la libertad existencial o si han optado por la hipocresía de lo tradicional.
Doble Vida es una película de muchos diálogos, a veces muy provocadores, llenos de cuestionamientos y sin respuestas concretas que reflejan este mundo cambiante que vivimos, donde lo verdadero y lo falso se mezclan, y donde la realidad se desdibuja para poder compaginar con un relato de ficción.
savdieg@gmail.com
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
La pobreza energética, un mamotreto de tareas
De Mamotreto, del latín mammothreptus, cuyo significado literal es criado por su abuela, deriva “abultado o gordito”, por la creencia de que las abuelas crían niños gordos. Hoy tiene tres usos: armatoste (objeto grande), libro o l
A cuidar las marchas
Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le
¡Lee la naturaleza!
Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante