Ya no hay numeritos, sino prepagos. ¿Son lo mismo? Émile Rivière, Bogotá

La voz ‘numerito’ surgió hace muchos lustros en Barranquilla en época de Carnaval, cuando el disfraz de monocuco era ideal para que personas infieles no fueran reconocidas o para que mujeres, dispuestas a todo, hacia el final del baile partieran con una pareja casual, aunque también algunos se valían del monocuco para robar, colarse en las fiestas o cometer picardías o delitos graves. Como estas infracciones crecían, para reglamentar el uso de los disfraces las autoridades idearon el pago de un tributo a cambio de una placa en la que figuraba un número (y de ahí ‘numerito’) que correspondía a una identidad registrada en una oficina de la Alcaldía. Ahora bien, las prepagos cobran en efectivo y por anticipado un servicio sexual, y las ‘numeritos’, que abundaban en décadas pasadas y eran aventureras y de una extracción social modesta, solo percibían dinero o retribución en especie por largueza del ‘galán’ de turno, lo que viene a ser lo mismo; pero, además, a las ‘numeritos’, en ocasiones, a cambio de sexo les bastaba con treparse a un carro valioso, estar un rato en una discoteca o acaso percibir algún regalo.

Si se dice que los rusos en Ucrania han matado gente “con cocá”, ¿qué tiene que ver la cocada con ese sinónimo de cantidad? Beto Cross, s. i., EE. UU.

Contra lo que podría creerse, ‘con cocá’ no viene de ‘cocada’, ese dulce de coco rallado y jarabe consistente de panela, sino de un recipiente llamado ‘coca’, de madera, plástico o vidrio, y con tapa, que generalmente se usa para guardar granos comestibles, como arroz, lentejas, garbanzos, fríjoles… Entonces, ‘cocada’ es el volumen de los granos mencionados que caben en una ‘coca’, que en la práctica son incontables. La voz popular, que acortó la ‘palabra ‘cocada’ en ‘cocá’, la usa, por ejemplo, para referir la cuantiosa cantidad de muertos que ocasiona un país a otro en una guerra desigual o con el mucho dinero que un individuo posee o con la excepcional cantidad de libros que otro lee…

¿Cuál es el origen de Perogrullo? JATS, B/quilla

Una forma antigua del nombre Pedro es Pero. Entonces, lo mismo que decir Pedro Grullo es decir Perogrullo. Esta última palabra existe en el diccionario, y una de sus acepciones alude a una persona tosca e ignorante, de maneras atropelladas y lenguaje inconsistente. Al personaje llamado Perogrullo, que es imaginario, se le atribuye la expresión de frases tan conocidas y corrientes que es necedad decirlas, o, lo que es lo mismo, la manifestación de algo tan notoriamente obvio o verdadero que resulta ocioso repetirlo, y, además, que solo lo dice un individuo bobalicón o despistado, como Perogrullo. Ahora bien, una ‘verdad de Perogrullo’ o una perogrullada es un lugar común o algo evidente y sabido. Por ejemplo: “Si hay oscuridad es porque no hay luz”, “el próximo 31 de diciembre será el último día del año”, “en Bogotá hace calor cuando no hace frío”.

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