¿A qué se refiere la expresión “le silba la potra”? Ricardo Camerano, B/quilla

Potra se le dice a una hernia en una víscera, en partes blandas del cuerpo o, sobre todo, en el escroto o bolsa de piel que aloja a los testículos. Así lo registra el Diccionario, que también registra la expresión que usted menciona, aunque cambia silbar por cantar. En la Costa, antaño era un insulto decirle “potroso” a un hombre, porque no le estaban diciendo “afortunado” o “panal de avispas” (dos acepciones más del vocablo), sino “huevón”. A una persona le canta (o le silba) la potra cuando siente dolor en la hernia debido a variaciones bruscas de clima, en especial de calor a frío. Patricio Aragonés, el patriarca de El otoño del patriarca, tenía una potra descomunal, y le dolía, tal como lo cuenta García Márquez en la novela: “… había adquirido la costumbre de arrastrar los pies aplanados a golpes de mazo, le zumbaban los oídos y le cantaba la potra en las madrugadas de invierno…”.

¿De dónde viene la expresión ‘verdad de a puño’? Rodolfo Gómez Peralta, Medellín

Tal como lo sostiene María Moliner, la frase original, ya usada en el siglo XVIII, era ‘verdades como puños’ o ‘una verdad como un puño’. La expresión, que en Colombia ha sido usada con frecuencia en la oratoria y en la literatura política, se refiere a una verdad evidente, sin disputas ni atenuaciones, tan enorme que es irrefutable. Existen variaciones, algunas disparatadas, como ‘verdad de apuño’ o ‘verdad de acuño’, cuando los sustantivos ‘apuño’ y ‘acuño’ no existen en español. Otra versión dice que su origen es la frase ‘creer a puño cerrado’, es decir, ‘creer con firmeza’. Pese a todo, no es muy clara la relación que guarda un puño con una verdad o con una creencia.

Unos amigos guajiros, a cualquier licor, por fino que sea (whisky, coñac), le dicen ‘chirrinche’. ¿De dónde sale eso? Édgar H. Correa, Bogotá

En particular en La Guajira, es un uso familiar del idioma decirles chirrinche a las bebidas alcohólicas, en particular a las más baratas, las mismas que en otras áreas del país, entre diversos nombres, llaman guaro, tapetusa, cuerpo ajeno, guarilaque… La voz es de origen wayuunaiki, la lengua de los wayú, indígenas guajiros. Según el Diccionario básico ilustrado wayuunaiki-español (Captain y Captain, 2005), la palabra es chirinchi, y la define, de manera escueta, como “aguardiente”. La elaboración del chirrinche es rigurosa, y la llevan a cabo expertos valiéndose de recetas y métodos ancestrales para cocinar el guarapo de panela y destilarlo. El producto final es un líquido traslúcido, algo denso, de 35 grados de alcohol, cuyo sabor agreste está lejos del de un whisky o del de un coñac. Jefes espirituales wayú lo consumen para invocar a su propio espíritu y saciarlo; lo expelen por la boca para limpiar un espacio o para purificar y curar enfermos; lo emplean en velorios, festejos y trabajos comunales, o para huir de la realidad y estimular los sueños y la fantasía.

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