¡Estoy cansado del cuento del calor! Del cuento, digo, no del calor. Como en todos los años desde que yo recuerdo, al llegar julio y agosto suben las temperaturas y la gente empieza a quejarse de que “nunca había hecho tanto calor”. Y como en todos los veranos desde hace años, los alarmistas climáticos buscan aprovechar los calores estacionales para convencer a la humanidad de que, por su culpa, el mundo se va a derretir.
Ante el clima de angustia que busca sembrar el terrorismo climático, con sus falsas afirmaciones sobre los niveles de temperatura a los que supuestamente nunca antes había llegado el planeta, vale la pena hacer algunas precisiones.
Para empezar, recordemos que dentro de la serie de páginas que viene dedicando El Tiempo al tema, el 30 de julio informó que “en Estados Unidos, el Valle de la Muerte estuvo a punto de alcanzar el récord histórico de temperatura cuando el famoso termómetro digital del desierto marcó los 55°C”. Lo que se quedó en el tintero fue que el récord, que es 56,7°C, fue establecido el 10 de julio de 1913, hace exactamente 110 años, cuando la concentración de CO2 en la atmósfera era apenas dos tercios de la actual. Como tampoco nadie cuenta que la mayor temperatura registrada hasta ahora fueron los 58°C que sufrió Libia el 13 de septiembre de 1922. Esto, obviamente, con una concentración de CO2 igualmente baja.
La mayor temperatura registrada en Canadá fue 45°C en julio 5 de 1937. Y la época del “Dust Bowl”, la gran sequía estadounidense de las décadas de 1920 y 30, con su pico en 1934-1936, ha sido la de los años más calientes en los Estados Unidos, Canadá y México. Ni la década de 1990 fue tan cálida en los Estados Unidos como la de 1930.
Dentro de los ciclos que caracterizan el clima de la tierra, es claro que la temperatura del planeta empezó a subir después del Mínimo Solar de Maunder, hace unos 300 años, para salir de la Pequeña Edad de Hielo que se iniciara a fines del siglo XIV. Por eso, porque venimos de un mínimo, hay hoy una tendencia a un aumento de temperatura, el cual ha sido de 0,7°C netos por siglo (aunque con un reciente decrecimiento entre 1998 y 2016, a pesar de un CO2 en aumento). Eso y no más.
Ahora bien, si el calentamiento se acelerara, debe tenerse en cuenta que los aumentos que se vienen registrando en las temperaturas se presentan en los mínimos y no en los máximos, y que se dan más en las zonas distantes del trópico que en el trópico. Si algo, el planeta se está tornando más templado y sus fronteras agrícolas y su vegetación se están expandiendo.
En cualquier caso, es bueno recordar que la temperatura actual es 7°C inferior a la que ha prevalecido en la tierra por la mayor parte de los últimos 500 millones de años. Y que es 5°C inferior a la de las cuatro edades interglaciales, que se dieron en los últimos 500 mil años. Y, ya más recientemente, que es 3°C inferior a las que se presentaron hace mil, dos mil y tres mil años, durante los calentamientos medieval, romano y minoico.
La verdad es que es grande el esfuerzo del terrorismo por presentar una gigantesca amenaza tras un disfraz seudocientífico. No se debe caer en esa trampa. Y aunque es mucha la información seria sobre el tema y puedo sugerirle un buen listado de ella a quien le interese, para algo resumido y claro basta una lectura a don Fernando del Pino en el link https://www.fpcs.es/escuela-de-calor-2023/.