Por su importancia actual, he querido traer en mi columna las consideraciones más importantes de la reunión, impulsada por el Centro para el Desarrollo Global, (CGD, organización independiente mundial), que considera que múltiples factores deben ser revisados, ya que, a pesar de los antecedentes históricos favorables en vacunación, no se ha dado una respuesta adecuada a la pandemia, o un acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19. En particular, América Latina y el Caribe (ALC), ha sido la más afectada por la covid-19 en comparación con otras partes del mundo. A junio de 2021, sumaban más de 1,8 millones las muertes y más de 69,7 millones de contagios, al mismo tiempo el producto interno bruto se contrajo en la región, en un destructivo 6.8 por ciento en 2020. 

Mientras que Uruguay y Chile, han logrado vacunar antes del 30 de julio, alrededor de 63 % en ambos países, y Colombia está alcanzando en septiembre el 33 %, en países como Honduras, Nicaragua y Guatemala, el porcentaje de la población completamente vacunada es inferior al 4 por ciento. Más impactante aún, Brasil, con antecedentes de exitosas campañas de vacunación, solo ha logrado vacunar con esquema completo al 18 % de su población.

Las explicaciones a esta delicada situación están relacionadas principalmente, con que la débil participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afectada por la falta de apoyo político y financiero. También ha sido desfavorable el que los países de ALC, decidieron implementar respuestas bilaterales, en vez de respuestas regionales o globales. Aunque la mayoría de los países de ALC se han adherido al mecanismo Covax, lo hicieron tardíamente, y decidieron, por el contrario, explorar contratos bilaterales con productores chinos y rusos, en parte debido a la falta de suministro de productores occidentales. 

A la falta de liderazgo y voz en las instituciones regionales se suman divisiones geopolíticas que ha llevado a parálisis e inacción, lo que refleja la naturaleza política, más que técnica, de las organizaciones existentes.

Los acuerdos de producción con fabricantes de ALC han sido insuficientes y no han cumplido con las promesas hechas a pesar de tener gran capacidad de crecimiento.  Recomienda el Centro para el Desarrollo Global nombrar un zar regional para covid-19 para asegurar que la región esté representada y tenga un lugar de responsabilidad para el suministro, la adquisición y la entrega de vacunas. Además, solicitar en forma urgente la participación de los bancos multilaterales y las instituciones financieras de desarrollo, que no han prestado suficiente apoyo a la fabricación, adquisición y suministro de vacunas contra la covid-19 en los países de ALC. 

Apoyar la reciente decisión de la OPS de adquirir vacunas contra la covid-19, a través del Fondo Rotatorio de la OPS. Lograr que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, apoyen la entrega de vacunas. Como dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, “la política de vacunas es también política económica”, lo que significa que la recuperación económica será difícil de alcanzar si no se logra la vacunación completa.