Cinismo y engaño
Todo lo demás, devolver sus fondos escondidos totalmente y el resto de delitos igualmente, o si no para la cárcel por veinte años.
Las últimas informaciones oficiales de los organismos encargados de hacer cumplir el proceso de paz, cerca de una docena, acaban de señalar que fue establecido el monto de las reservas de la FARC en dinero depositadas en cuentas del exterior, principalmente en Turquía e Islas Británicas del Atlántico en manos de testaferros que cobran comisión, en una suma aproximada al billón doscientos mil dólares, una cantidad escalofriante, increíble, no confesada por estos delincuentes quienes con un cinismo impactante hasta el momento han confesado y devuelto solo siete millones de dólares de conformidad al Acuerdo de la Paz y con destino a la reparación de las víctimas.
Es decir, otro engaño más de la FARC. Porque tampoco han cumplido en confesar la totalidad de sus crímenes, extorsiones, secuestros, víctimas de desplazamientos y lo peor, reclutamiento de menores en sus filas, violaciones y embarazos a niñas adolescentes. Entonces la pregunta que millones de colombianos nos hacemos es: Donde está la justicia de nuestro país, donde el cumplimiento de pactos que durante cuatro años se tejieron bordado sobre bordado para intentar acabar con un infierno que duró cerca de sesenta años? La otra pregunta que nos carcome el alma es y será siempre: Hasta cuándo vamos a seguir soportando ese océano de impunidad que arropa indeleble la corrupción generalizada y sepulta bajo los misterios de los cínicos todos los horrores que sufrió el país y que aún está padeciendo, de todos los pelambres, títulos, características y modalidades? Como puede el país soportar que 10 delincuentes estén sentados con curules en el Congreso de la República intentando participar en la formación de leyes que nos van a estructurar nuestra ciudadanía? Cuando hace pocas semanas presenciamos presidiendo el Senado de la República a la compañera por años del más temido asesino su Jefe máximo Marulanda estandarte histórico de la FARC, sentimos tanta vergüencita y repudio que rogamos no lo supieran en el exterior para no quedar en el máximo ridículo. Y de paso, quisimos no vivir aquí para no presenciar tanta barbaridad. Por ello lo que puedan después nuestros nietos opinar a nadie va a extrañar porque llegara el día en que el delito será superior a la Ley y el mundo en Colombia se dividirá entre los nuevos dueños que serán los asesinos y los que vivirán encerrados sin asomarse a una ventana quizás no por miedo o quizás sí, pero que al mismo tiempo empiezan a morir de amargura.
Parece ser que ahora hay unos cambios burocráticos en la JEP entidad que tiene la responsabilidad, léase bien, enorme responsabilidad de devolverles la confianza y la fe a los colombianos en su justicia. Este es un principio fundamental en un Estado de Derecho porque una nación sin castigo para el delito premiando delincuentes es un Estado fallido inviable para la consolidación de cualquier clase de sociedad. Los plazos para la FARC deben ser absolutos: Hasta determinada fecha tienen la obligación de confesar todos sus horrores entre ellos los secuestros que decidieron rebautizar como retenciones como si la Ley se reformara con un título. Todo lo demás, devolver sus fondos escondidos totalmente y el resto de delitos igualmente, o si no para la cárcel por veinte años. Veremos si la JEP pasa la prueba.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
¡A marchar este 21 de abril!
Algunos colombianos manifiestan que las marchas “no sirven para nada” y por esa razón prefieren quedarse en la comodidad de su hogar, a pesar de las evidentes amenazas en el escenario político; otros creemos que son una herramienta participa
Actuar como jauría
Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo
El malestar
Estamos viviendo tiempos de postverdad, caos, violencias, basta con ver las noticias y con analizar nuestras vidas, para concluir que padecemos la pobreza de no tener tiempo, de estar corriendo tras un mandato planetario de productividad, de estr