Hace más de diez años más o menos los departamentos de la Costa Caribe venimos padeciendo intensamente de un problema con el suministro de la energía eléctrica, su producción, su distribución, su cobro, en varias etapas que convierten el tema en un verdadero calvario. Las tarifas por diferentes compuestos que no vamos aquí a rematar por aburrida, agobian a todos los habitantes del Caribe que ya no soportamos más y estamos aburridos de tanta mentira, inoperancia, abusos, negligencias, abandonos y sobre todo de tanta hipocresía por disimular la ineficacia de los gobiernos nacionales recientes que son, irremediablemente los únicos causantes de esta aterradora situación.
Estamos cansados, aburridos, de ver casi a diario en los periódicos, en la televisión, en los correos, en las conversaciones rutinarias diarias, el mismo tema, la misma explicación inútil, las mismas excusas, la misma mentira eternizada. Y nos sorprende la inmensa capacidad de paciencia que tenemos los costeños soportando por años la misma indolencia, mentiras y excusas. Opiniones autorizadas que son varias de mucha prestancia como las del exministro Amylcar Acosta excelente ciudadano quien realizó magnífica labor cuando fue funcionario, le han explicado a los caribes cuáles son las dolencias energéticas, cuál es el camino a seguir y cuáles los errores, para no decir vandalismos, que han acompañado este viacrucis que viene desde el gobierno de Santos, que el de Duque nada se resolvió y que este de Petro no lo hemos visto avanzar un milímetro porque nada en este período camina, con excepción del desgaste y el robo de sumas gigantescas del erario público.
Estamos cansados y aburridos de ver la comedia de los gobiernos echándose la culpa los unos a los otros, en el presente y en el pasado y preparan el del futuro. Los interventores designados, magníficos profesionales, tienen que retirarse porque no los atienden los gobiernos y sus cabezas. Todo el tiempo se apuesta al engaño, a la mentira, al disimulo, a los disfraces de cifras y procesos, a las eternas, ah sí, definitivamente eternas promesas que jamás se cumplen al respecto. En este momento menos porque sabemos de sobra que el gobierno nacional detesta a la costa caribe y sus mandatarios, por razones que todo el mundo conoce pero jamás se acuerda de los padecimientos de la gran mayoría de la población que casi siempre tiene que dejar de comer unos días para pagar el recibo mensual de la dañada energía. Ahora parece estar la solución a la vista: ¡Ojalá! ¿Cuál? Elegir un presidente del Centro o la Derecha que simplemente haga justicia con este caso y región tan sacrificada.








