Natalia una endoguerrera con poder infinito propio de las mujeres caribe, enamorada profundamente de su Sincelejo del alma, lo cual, le otorga el título de la -Reina del Mote-; es psicóloga de profesión, amante de los animales y un ser de esos que con sus acciones recuerdan el valor de la sensibilidad humana. Se autodenomina una – Endoguerrera – lo cual, nos lleva a la esencia de esta columna, a hablar del diagnóstico que le ha forjado un carácter resiliente y fuerte – la endiometriosis-. Es preciso, exponer algunas consideraciones de dicha enfermedad.

Según la OMS, la endometriosis es una enfermedad crónica que genera el crecimiento de un tejido similar al revestimiento del útero por fuera de este, lo que provoca dolor, infertilidad o ambos. Asimismo, causa dolor intenso durante la menstruación, las relaciones sexuales, al defecar o al orinar; además, dolor pélvico crónico, distensión abdominal, náuseas, fatiga y, en ocasiones, depresión o ansiedad. Debido a la amplia y variada gama de síntomas de la endometriosis, no resulta fácil de diagnosticar, lo cual, puede provocar que transcurra mucho tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico. En la actualidad, no existe ninguna cura conocida para la endometriosis.

Teniendo estas consideraciones de la enfermedad y escuchando a Natalia con su testimonio de valentía, que inevitablemente estremece el alma y genera un mix de reflexiones, procedo a compartir un poco de lo que hemos dialogado, con el firme propósito de impactar otras vidas y promocionar la importancia del bienestar integral de las mujeres.

Diálogo con una endoguerrera caribe poderosamente inspiradora

F: ¿A que sabe una vida con endometriosis, como se siente, como se vive?

N: La vida con endometriosis es una montaña rusa de emociones, sensaciones y pensamientos, en muchas ocasiones esta condición te hace sentir solitaria e incomprendida, de hecho, cuando se trata de tocar este tema a profundidad o responder preguntas, se opta por evitar conversar al respecto, simplemente quisieras contestar “no quiero esta vida con endometriosis y salir corriendo”.

F: ¿Cuáles son para ti los imaginarios sociales qué afectan el diagnóstico? Esto desde tú orilla de ser una mujer con endometriosis.

N: Los imaginarios sociales desde mi testimonio están centralizados en la normalización de los dolores menstruales, las fluctuaciones hormonales y hasta en el sangrado abundante. Recuerdo que de niña y estaba en el colegio sangraba como si no hubiera un mañana y alguien se acercó a mí a decirme que estaba débil y que eso se quitaba comiendo bien. Pues lo paradójico de esta anécdota es que después de 10 años de diagnóstico reconozco que esta enfermedad si te va debilitando con el pasar del tiempo y que no se quita comiendo bien ¡No tiene cura!

F: ¿Cómo describes el dolor físico y psicológico que genera esa enfermedad?

N: El dolor físico ha hecho que no me quiera parar de la cama, no me quiera bañar, no quiera comer y el dolor psicológico exageradamente ha hecho que piense que hice algo en otra vida para merecer esto.

F: ¿Qué es lo más difícil para ti ¿De vivir con este diagnóstico?

N: Lo más difícil empezó cuando el informe médico arrojó que además de sufrir de endometriosis profunda sufría de infertilidad y justo para esa época ya pensaba en darle un nieto a mis padres, lo cual en la actualidad sigue siendo lo más difícil.

F: ¿Cuál es una de las cosas esperanzadoras que haces para afrontar la endometriosis?

N: Correr para mí fue en principio un escape, pero se ha convertido en mi mejor campo de acción, sonrío todo el tiempo cuando lo hago en equipo, cuando lo hago sola hablo muchísimo conmigo, me halago, me felicito y me premio por todo lo que he logrado y porque hasta hoy no me he rendido ni un solo minuto.

F: Finalmente ¿Cuál es tu mensaje para las mujeres que padecen endometriosis y para la ciudadanía que poco conoce del tema y que es vital hacerles pedagogía?

N: Un día en medio de mi dolor crónico me levante y dije quiero que la gente sepa lo que me está pasando, para este entonces ni siquiera sabía que 1 de cada 10 mujeres en el mundo sufre de endometriosis así que, abrí mi estado en Instagram y empecé a dar mi testimonio y oh sorpresa entre mis contactos habían más mujeres identificadas, mujeres que estaban padeciendo de otras enfermedades y me brindaron una palabra de apoyo, hubo empatía y yo me sentí liberada, desahogada y con ganas de seguir compartiendo más de mi experiencia con la endometriosis y sobre todo generar un impacto en la humanidad.

Gracias Natalia por compartirnos tu experiencia y convocarnos a tener sensibilidad y genuina compasión por las mujeres que afrontan el gran desafío de la endometriosis. Adelante, eres un vientre fructífero de esperanzas más allá de cualquier diagnostico de infertilidad, creo que eres absolutamente un espíritu polinizador y fértil.

@FACOSTAC