Hablar de los adelantos en la medicina es entrar en la búsqueda de una de las soluciones más anheladas y necesarias para el desarrollo de la especie humana en una vida digna y prolongada. Si a esto le agregamos la calidad de vida, nos metemos en la búsqueda simultánea de la felicidad. No es vivir largo, es vivir bien lo que importa. Es dejar atrás las enfermedades y prevenirlas, evitando con ello los sufrimientos que nos producen.
Se adjudican con el envejecimiento muchos cambios, alteraciones o verdaderas enfermedades que por momentos parecieran destruirnos y en algunos casos lo hacen en medio de todos los esfuerzos y aún, en personas, con todos los recursos y con todos los medios, es la muerte la que gana la batalla. Es la medicina la que ayuda a prolongar nuestra estancia y en algunos casos, conseguir la salvación que nos permite disfrutar momentos inimaginables.
Pero la medicina de precisión nos lleva a la realidad de conocer alteraciones en nuestro mapa genético que nos muestra nuestra fortaleza, pero también nuestras debilidades. El conocimiento del genoma contiene alrededor de 38 mil genes y millones de proteínas. Por eso, algunos la llaman la medicina de la perfección, de la exactitud y la del conocimiento de hasta las posibilidades de vida de las personas, incluyendo el envejecimiento o el futuro de una vida que, al menos en el aspecto del conocimiento de los órganos en el funcionamiento de los sistemas como el nervioso, el cardíaco, y demás. Todo a través de una muestra de sangre estudiada rigurosamente para conocer aquello que, parecía ficción, nuestro genoma, con presencia en cada una de nuestras células, al lado de un buen análisis clínico.
La medicina de precisión a la que todos los que la practicamos quisiéramos llegar, tiene ahora un camino más claro al ir más allá de una molécula e ingresar al conocimiento del átomo, la medicina quántica, para entender y solucionar con apoyo de la tecnología avanzada, las hasta ahora, no entendibles causas de muchas enfermedades. La tenemos en Barranquilla y en todo el mundo, hay que utilizarla y conocer más sus aplicaciones sin temor, pero con respeto y ética con los pacientes, utilizando la evidencia a la que solo los estudios de laboratorio nos pueden ayudar. El científico, Profesor y académico, Remigio Cortez, ya lo dijo, el futuro de la medicina está aquí, es necesario que más personas la utilicen. El profesional que no se monte en este barco se quedará y, los pacientes que no la usen, no conocerán los grandes beneficios de una tecnología actual, que ya tenemos y que nos puede salvar.








