Durante la pandemia de la covid-19 y para algunas personas que hemos vivido otras epidemias, o brotes. Se han dado situaciones bastante dramáticas que no podemos olvidar. Familias enteras afectadas, hospitalizaciones desbordadas, déficit de ventiladores, oxígeno, medicamentos, y medios diagnósticos y en general, todos los elementos necesarios para la atención de ese gran volumen de pacientes, en quienes la suerte es la que define su salvación, al no ,contar con todos los elementos necesarios, incluyendo desde el principio un personal sanitario debidamente preparado y protegido, al lado de centros de referencia, con unidades de cuidados intensivo lo necesario para poder asistir debidamente a estas personas, fue la muestra más reciente de la impreparación, del reconocimiento de la prevención con bajas coberturas de vacunación, carencia hasta de jeringas, y medicamentos trajo como consecuencia, una respuesta inesperada que, en nuestro país, sin ser la mejor, logró gracias en primer plano a el sacrificio del personal sanitario que en algunos casos cambió trágicamente su vida por la de su paciente.
Nos tenemos que referir a este irrespeto, a la falta de control y uso indebido de antibióticos y otros medicamentos con graves resultados para la salud, con aumento de pacientes con infecciones resistentes, lo cual, nos lleva a tener que utilizar otros medicamentos de mayores costos, con resultados menos confiables.
Corresponde al Estado, el Ministerio de Salud, y las entidades territoriales, las escuelas de salud, y sus profesionales, el liderazgo de desarrollar campañas permanentes, que lleven a las personas, a que después de tantos daños, al menos, hayan aprendido a lavarse las manos, usar mascarillas o a disminuir los contactos y en algunos casos los aislamientos. Es importante mejorar los determinantes de la salud, la pobreza, la desnutrición, el agua potable, la vivienda, los servicios públicos y los medios de sano entretenimiento, como parques y canchas deportivas.
La sociedad incluyendo la empresa privada, tienen que participar no solamente con protestas y desórdenes, sino con acciones beneficiosas, en donde los que tienen, cada vez se manifiesten más solidariamente igualmente la empresa privada. Todo esto bajo la dirección de personal debidamente entrenado y educado en escuelas, y universidades que muestren que, quien sabe y está preparado en ellas, de una parte, de sus conocimientos al servicio de las comunidades, que tanto nos necesitan. Es tiempo de darle un manejo civilizado y prudente al irrespeto a la salud.
@49villanueva


