Es para mí un honor saber que, por medio de mis acciones como investigadora social, feminista étnica y activista, soy convocada a escenarios académico/culturales trascendentales en la búsqueda colectiva de una vida en equidad, igualdad de derechos y no violencias, como es el congreso de Brujería y espiritualidades no hegemónicas a realizarse los días 17 y 18 de Octubre en el Claustro San Ignacio de Medellín.
Agradezco a Julián Sanchez por la invitación a este importante evento donde llevaré mi esencia feminista, el valor espiritual de los vientos guajiros y la herencia de mi abuela materna centenaria que fue una de las brujas sobrevivientes en tiempos de absoluta persecución a las mujeres, soy la historia de mis mujeres y con esa bandera llegaré a Medellín para polinizarnos de arte, espiritualidad y mística, asimismo, para continuar deconstruyendo y liberando de cargas negativas conceptos como brujerías, feminismos, incidencia política y diversidades.
Un poco de historia
En agosto de 1975 Bogotá fue escenario del Primer Congreso Mundial de Brujería, organizado por Simón González Restrepo. Fueron cuatro días de rituales, conferencias, arte y feria comercial en un encuentro realizado en Corferias que mezcló espiritualidad, provocación y espectáculo. Cincuenta años después, se celebra su aniversario con un espacio dedicado a las espiritualidades y saberes alternativos. Organizado por Julián Sánchez González, PhD, y Angélica Cuevas-Guarnizo, periodista y gestora cultural, con el apoyo de la Corporación Otraparte y Comfama-
Medio siglo después, el Primer Congreso Mundial de Brujería se reconoce como un hito contracultural que expuso temas tabúes, visibilizó culturas marginalizadas y mezcló conferencias, feria, ritual y arte. Ese acontecimiento reunió académicos, científicos, parapsicólogos, astrólogos, poetas, artistas, ufólogos y chamanes en diálogo con telepatía, alquimia, hipnosis, filosofía, Candomblé, Vudú, María Lionza y Lumbalú.
El presente
Cincuenta años después, Medellín invocará ese legado con Conjuro, una conferencia callejera en la que investigadores, cineastas y bailarines explorarán la brujería como fuerza de creación, resistencia y rebeldía.
Durante nueve años, el historiador del arte Julián Sánchez González investigó a fondo el primer Congreso Mundial de Brujería: primero como parte de su maestría en la Universidad de Nueva York y luego en su doctorado en la Universidad de Columbia. En ese proceso, reunió un archivo disperso y olvidado: notas de prensa de la época, minutas manuscritas, fotografías, grabaciones en video y memorias orales. Con ese acervo, logró reconstruir la importancia de un evento que, durante décadas, permaneció entre las páginas amarillentas de los diarios setenteros y en los archivos personales de quienes lo vivieron.
Julián afirma que: “El Congreso permitió hacer una reflexión sobre el término ‘brujería’ como un concepto amplio que cobijó sistemas espirituales marginalizados y nuevas exploraciones sobre realidades alternas. Fue contradictorio por naturaleza y profundamente fértil en su propuesta provocadora y de vanguardia”, afirma Sánchez González.
Para el historiador, el evento representó un hito contracultural: más allá de sus polémicas y críticas, abrió un espacio para visibilizar espiritualidades no hegemónicas, cuestionar jerarquías artísticas y generar diálogos que hoy dialogan con los debates decoloniales y artísticos contemporáneos. El Congreso de Brujería sirvió como espejo de la Colombia de mediados de los 70, con todas sus tensiones espirituales, políticas y culturales.
Durante su investigación doctoral, Julián Sánchez González reunió decenas de archivos de prensa que mostraban cómo el primer Congreso Mundial de Brujería sacudió la conversación nacional y alcanzó cierta resonancia internacional. En el centro había temas que pocos se atrevían a formular públicamente: la fe, la superstición, la espiritualidad, los rituales y lo paranormal.
Su investigación revela que lo inusual y poco ortodoxo del evento funcionó como antesala a discusiones sobre inclusión cultural. Para Sánchez, el Congreso fue mucho más que un episodio excéntrico: abrió una antesala a discusiones sobre pluralismo que, años más tarde, resonarían en hitos como la Constitución de 1991.
Cincuenta años después, esa misma motivación da lugar a Conjuro, una conferencia conmemorativa que se realizará el 17 y 18 de octubre en el Claustro San Ignacio, de Medellín. El evento, organizado por Julián Sánchez y la Corporación Otraparte, se inscribe en la primera feria Brujería, de Comfama. Durante dos días, en el corazón del centro de la ciudad se llevarán a cabo conversaciones sobre espiritualidades, arte y saberes alternativos que reunirán voces afros, feministas, académicas, artísticas y paganas para recordar y actualizar aquel legado.
Conjuro invitará a los asistentes a revisar, con una mirada crítica, lo ocurrido en agosto de 1975 y renovar la comprensión de lo que hoy entendemos por brujería. Será un espacio para valorar “con amor y asombro” aquello que sigue habitando en la sombra de lo diferente.
Seguimos tejiendo nuevas realidades plurales, libres y respetuosas de las diferencias, siempre diré sí a estos espacios.
@FACOSTAC