En los últimos 10 años se ha confirmado el aumento de la presencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en todo el mundo, aclarando que una de las razones, es la implementación de los métodos de diagnóstico que ya involucran los estudios moleculares.

La falta de educación en el conocimiento y estudio de las enfermedades que involucran el contacto sexual, como una relación directa indica, que con el aumento de la población global, han crecido también enfermedades como la sífilis, la gonorrea, la infección por clamidia y otras treinta causas más entre las que es importante recordar la hepatitis B, relacionada con el cáncer de hígado, la infección por el papiloma virus, con el de útero y múltiples etiologías bacterianas , parasitarias, tricomonas y en otros casos, la aparición de hongos, como la candidiasis, lo que aumenta no solo la morbilidad sino la mortalidad.

Otro factor de mayor diseminación y aumento es la consideración de personas con infección por VIH/Sida, que, al mejorar con su tratamiento, permiten difundir más las otras infecciones.

La enfermedad en niños, con inclusión de compromisos, oculares en el parto, o en la madre produciendo infertilidad, al igual que manifestaciones graves tardías de la sífilis o la inducción del cáncer en el caso del papiloma virus.

Tampoco hay que olvidar la posibilidad de contaminación de la enfermedad por transmisión oral y anal en los casos de la sífilis y el gonococo, y la aparición en las mujeres de un dolor pélvico persistente e incapacitante o la difusión en septicemias.

Aunque la mayoría de los casos se detectan por las manifestaciones clínicas de molestias, ardor o secreción uretral, un 70 % pueden ser asintomáticas, o solamente identificadas con exámenes diagnósticos en el área vaginal, perianal, cavidad oral, o en sangre. Lo que hace necesario de al menos, una evaluación anual en hombres y mujeres asintomáticos.

La otra preocupación para la difusión de estas enfermedades, es la aparición creciente de resistencia a los tratamientos, llegando a convertirse en cepas que no responden a los tratamientos habituales, con necesidad de manejo por especialista para lograr su desaparición.

También, se debe siempre, incluir el tratamiento o manejo acompañado de las parejas y en los casos principalmente, de las trabajadoras sexuales incluir el de los contactos.

La educación y actualización de los programas de prevención, en los que se incluya, una buena utilización del preservativo y el conocimiento previo de la pareja, para las personas que van a iniciar una vida conyugal son elementos que disminuyen la aparición de casos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día, más de un millón de personas entre 15 y 49 años contraen una infección de transmisión sexual (ITS) curable. Quedando siempre por fuera una gran cantidad de personas que, por no tener ningún síntoma, no consulta.

La epidemia es silenciosa y, crece al lado de sistemas que deben organizarse, para el manejo y control utilizando medios educativos que empiecen desde las primeras etapas de la vida.

La mayoría de los casos están en adolescentes, personas jóvenes, homosexuales, y en poblaciones migrantes. Las estadísticas de crecimiento aun con un gran subregistro son preocupantes, se debe actuar ya, para enfrentar esta epidemia.

*Agradecimientos al Dr. Santiago Estrada. MD. Microbiólogo de la Universidad de Antioquia.