En tiempos de guerras, conflictos, polarización e incertidumbre, qué mejor camino tomar para promover una sociedad inclusiva, dialogante y capaz de convivir pacíficamente que el debate y la reflexión en escenarios del ámbito educativo.
El género es uno de los temas que aún, lamentablemente, causa polarización, así como discriminación, intolerancia y violencia; por ello, la Universidad Simón Bolívar organizó el IV Foro de Periodismo Científico: Género y Medios de Comunicación, en asocio con varios medios de comunicación, que concentró a actores del periodismo nacional, activistas, representantes de organizaciones sociales, investigadores y académicos en torno a esta temática.
En el foco de la discusión estuvo el tratamiento de los asuntos de género en los medios de comunicación en Colombia; se destacó el avance significativo tanto en la introducción de estos temas en la agenda diaria, como en el manejo informativo que, en los últimos años, ha ido ganando profundidad y seriedad.
Sin embargo, persisten espacios en que se banalizan y manejan superficialmente hechos de violencia contra la mujer y personas de la población LGBTQ+, contribuyendo a perpetuar la vulneración de derechos, la agresión y el irrespeto, en el marco de lo que se ha definido como una sociedad patriarcal feminicida que tampoco termina de aceptar la diversidad y la equidad de género.
En este punto, no solamente en los medios sino en la vida cotidiana es nuestra responsabilidad promover la igualdad, la tolerancia y la valoración del otro, como se propone con el concepto de las nuevas masculinidades.
Hoy tenemos claro que mantenernos dentro del imaginario tradicional de masculinidad fomenta desigualdad de género, alimentamos con actitudes, hábitos y creencias esa sociedad machista que la humanidad construyó.
Estamos llamados a reaprender a relacionarnos. Las nuevas masculinidades apuestan por unas relaciones interpersonales horizontales, igualitarias, consensuadas, que dejen atrás el pasado hegemónico y de violencia machista, donde es posible el respeto y la valoración por la expresión de los sentimientos y las emociones, donde las “cargas” sean equilibradas y el diálogo sea un tesoro común.
Y más allá del reconocimiento de derechos, también es un imperativo social la reivindicación de la mujer frente a la discriminación, la exclusión histórica y la violencia irracional, al igual que el respeto y la visibilización de la percepción personal de la identidad de género y/o sexual.
Esta es una conversación que debe permanecer abierta y en la que todas las voces deben tener espacio.
@Rector_Unisimon