¿Cómo organizar los buses “de línea” en Barranquilla? Hay que partir de la base de que los pasajeros que deben transportarse diariamente en buses urbanos pueden considerarse como una clientela fija, lo cual es incuestionable. Ahora bien, el desorden que estos buses generan en el tráfico local obedece a dos factores fundamentales: el primero, que por cierto origina la llamada “guerra del centavo”, es que cada línea y además cada conductor trata de transportar diariamente la mayor cantidad de pasajeros y, para lograrlo, se pasa por la faja todas las reglas de tránsito y de convivencia ciudadana. Así que si es necesario pasarse al bus que va adelante acelera como en una competencia de velocidad, y si, en cambio, hay que esperar la salida masiva de empleados, conduce tan despacio que hasta caminando uno puede sobrepasarlo. Obviamente, ambas situaciones afectan el tráfico exageradamente.

Además de las altas temperaturas, hay que sumar la inveterada costumbre del barranquillero que pretende tomar el bus o bajarse de este lo más cerca posible de su origen y destino. Para que a un pasajero le quede un paradero máximo a unos 150 metros, la distancia promedio entre estos estaría en el orden de 300 metros. Aquí en esa distancia un bus puede frenar y arrancar 4, 5, 6 y hasta más veces, situación que afecta la movilidad. Entonces, ¿cómo erradicar las malas prácticas antes descritas? Considero indispensable conformar un gran comité entre autoridades competentes del Distrito y del Área Metropolitana, gremios que puedan aportar propuestas, transportadores y representantes de usuarios, para concertar y definir una solución que beneficie a todos, pero como objetivo principal que sirva para organizar el tráfico local y la movilidad en general.

Lo primero sería definir ubicaciones y destacar cada paradero de bus con su señalización y en estos ofrecer a los usuarios una aceptable comodidad; por eso lo ideal sería dotar a la mayor cantidad de “paradas de bus” de cómodas bancas. Sé que esta propuesta es posible porque en 1984 inicié con mi empresa “Promociones Cívicas Reno” la dotación de bancas en “Paradas de buses” y logré instalar 210 unidades entre el centro y sectores del norte. Todas financiadas 100% con publicidad exhibida en sus espaldares, de precio módico pero suficiente para sostener las bancas en perfecto estado. Así que cualquier tienda, peluquería o negocio pequeño podía financiar una publicidad cerca de su establecimiento, aunque grandes marcas y empresas contrataban lotes de 10, 20 o más unidades. Lo importante es instalar una señalización y una banca en cada paradero, obligar a los conductores a solo parar en estos y a la policía de tránsito multar a todo conductor que no los obedezca. No será fácil, pero sí posible y… ¡El cambio sería total!