Me topé con la extraña palabra ‘bustrófedon’. Acudí al Diccionario y ahí estaba. ¿Qué hay de ella? Lina Gil, B/quilla

La palabra podría concursar por el premio a las voces válidas más raras y exóticas en español. Dependiendo de la cultura y del tiempo, ha habido varias maneras de escribir: en Occidente lo hacemos de izquierda a derecha, los árabes y los judíos de derecha a izquierda, los japoneses y los chinos de arriba abajo, y los griegos de hace 27 siglos lo hacían escribiendo un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda. Este último modo de escribir es el ‘bustrófedon’ griego, que en español viene del latín bustrophēdon, a su vez, derivado del griego boûs ‘buey’, más la expresión verbal stréphein ‘dar la vuelta’ y el sufijo -don ‘a la manera de’, es decir, ‘dar la vuelta a la manera de un buey’, frase que alude a este animal cuando en zigzag ara un terreno. Con el tiempo, y por asociación, empezó a decírsele ‘bustrófedon’ a los palíndromos o palabras o frases que se leen igual de derecha izquierda; por ejemplo: ‘Amor a Roma’, ‘Noé León’, ‘luz azul’.

¿Qué es ‘hacer el cajón’? L. Camero, B/quilla

Nadie lo dice mejor que el Lexicón del valle de Upar: “Es valerse de modos indebidos para despojar a otro de algo que tiene, le corresponde o ha recibido. ‘Luché mucho por este puesto para que ahora vengas a hacerme el cajón’. La expresión parece tener su origen en la vieja costumbre de mandar a hacer el cajón según el estado de gravedad del enfermo, cosa de que cuando falleciera ya estuviera lista la caja mortuoria. El ingenio popular decidió que una persona a la que se despoja de algo que ha conseguido con esfuerzo (mucho más si es la novia) queda ‘muerta’ en el campo en que se llevó a cabo el despojo. Dícese también ‘hacer la patuleca’ ”.

En Barranquilla, era común oír el término ‘zarandete’ cuando se bailaba un trompo de madera y este lo hacía con dificultad y trompicado. ¿Qué relación tiene el término con ‘zarandear’? Beto Cross, Los Ángeles

La relación es evidente cuando se ve bailar un trompo brincón o ‘zarandete’. Esta palabra, con la misma etimología de ‘zarandear’ más el sufijo -ete, puede adoptar, como en este caso, un sentido despectivo. Ahora bien, una ‘zaranda’ es un objeto que ‘zarandea’, esto es, se mueve con cierta rapidez. Esa acción de funcionar con vivacidad es lo mismo que hace un trompo cuya punta no está limada o es muy larga o su eje está descentrado, lo que ocasiona que cabecee o ejecute saltos continuos. Las puntas defectuosas se pulían frotándolas contra el andén o el pavimento.

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