La inteligencia artificial (IA) está transformando la sociedad y, en consecuencia, el ámbito corporativo. Para tener una idea, según el estudio “El estado de la IA a comienzos de 2024: la adopción de la IA Generativa”, publicado por la consultora empresarial estadounidense McKinsey, en 2024, el 72% de las empresas en el mundo ya habían adoptado esta tecnología, un salto significativo en comparación con el 55% en 2023. Este avance tecnológico trae una serie de ventajas, entre ellas el aumento de la productividad, al permitir que los procesos sean mucho más simples y eficientes.
Son diversos los campos en los que la IA puede ser adoptada dentro de una empresa, ya sea como una herramienta para ayudar a los profesionales a mejorar la productividad, en sectores como el marketing o incluso en la ciberseguridad, para garantizar que los datos de la corporación estén protegidos contra ataques.
También ocupa un lugar impoempresartante en la agenda actual el hecho de que la IA está sustituyendo algunas tareas de bajo valor agregado o repetitivas, que hasta hace poco eran realizadas por personas, lo que termina generando cierta inseguridad en el mercado laboral. Como ha ocurrido con todas las rupturas a lo largo de la historia —sí, la IA está transformando la forma en que vivimos y trabajamos, tal como sucedió con la industrialización—, la sociedad realmente necesita colocar este tema en el centro del debate, de forma muy clara, ya que solo así se podrán aclarar los miedos y estigmas.
Recientemente, tuve la oportunidad de participar de un panel promovido por INALDE, con prestigiosos profesionales del país, y en la ocasión se destacó que la capacitación de los profesionales y la modernización de los sectores corporativos, en sintonía con el avance tecnológico, se vuelven cada vez más necesarias. En un mundo en permanente transformación, dominar y gestionar soluciones tecnológicas ya no es solo una ventaja, sino un verdadero diferencial competitivo en el mercado laboral. Así mismo, se enfatizó que para lograr una transformación integral es indispensable contar con mesas de diálogo inclusivas, donde estén presentes el gobierno, los entes reguladores, los fabricantes de tecnología (hardware y software), la banca de inversión y, de manera especial la academia.
En el escenario de América Latina no es diferente, y la tendencia es que la actuación de la IA en los negocios se vuelva aún más habitual.
En las empresas, la tendencia es que los profesionales se capaciten, a través de cursos, entrenamientos e incluso mediante el fortalecimiento de su formación educativa, para acompañar la evolución de esta tecnología, cuyo ritmo de adopción está avanzando cada vez más rápido.
A modo de ejercicio práctico, decidí preguntarle a una IA cuáles son las carreras que probablemente seguirán lejos de cualquier riesgo de ser reemplazadas por máquinas. De cierta forma, las respuestas de la herramienta no me sorprendieron. Entre ellas se encuentran los cargos de liderazgo —como gestores de crisis, directores y CEOs—, posiciones que exigen la aplicación de la creatividad y aquellas que requieren características que solo los seres humanos pueden ofrecer, como es el caso de psicólogos, mentores, entre otros.
Además de todas estas cuestiones planteadas por la IA Generativa, hay un aspecto fundamental que refuerza la importancia de los seres humanos en el entorno corporativo: nuestra capacidad de actuar con ética. Esta habilidad se desarrolla no solo en cursos de formación, sino principalmente en el día a día dentro de las empresas. Y puedo asegurar que una IA no es capaz de sustituirnos en ese aspecto, lo que reafirma la relevancia de nuestra presencia en el mundo laboral.
Lo más importante de esta discusión es entender que necesitamos dar un paso adelante en este tema y aliarnos con esta herramienta, incorporándola de manera inteligente en nuestro día a día, como un recurso de apoyo y potenciación de nuestras capacidades. Los próximos pasos, sin duda, contarán con la IA, pero también con la inteligencia humana para que, con ética y seguridad para todos, utilicemos esta herramienta de manera estratégica para mejorar y embellecer nuestros procesos de negocio.
*Presidente de NEC en Colombia, países andinos y Centroamérica.