Después de todos estos años trabajando con la derecha, permitiendo que dirigiera todas mis acciones y contando con la izquierda de manera eventual únicamente como apoyo de mi accionar, he decidido cambiar de lado como una maniobra obligada debido a las circunstancias. No estoy diciendo que la derecha no sirva, o que se ha desgastado o envejecido, pero el paso del tiempo me señala este cambio como pertinente para dejarla descansar mientras recupera el sentido inicial para el cual fue creada y con el cual obtuve tantas cosas buenas.
Sé que muchos de mis amigos me van a criticar, en especial los médicos, diciendo que esa izquierda es inexperta y no está acostumbrada a resolver el día con día y me voy a ver en problemas para resolver mis necesidades, pero yo les aseguraré que, una vez entrenada, podrá ser tan competente como la derecha. Ellos saben que del 85% al 90% de las personas en este mundo son más derechistas que de la izquierda, lo cual tiene que ver, increíble pero cierto, con las funciones del cerebro, en una contradicción muy compleja, ya que el lado izquierdo del cerebro controla el lado derecho del cuerpo y viceversa. El lado izquierdo se relaciona con el razonamiento lógico, el lenguaje, las matemáticas y el análisis secuencial; el derecho tiene que ver con la creatividad, la intuición, la percepción espacial y la apreciación artística y musical.
Eso es tan contradictorio como decir que Maradona y Messi son mejores que Pelé porque son zurdos, comparación inválida porque la diferencia es que Pelé fue perfecto porque usaba los dos lados del cerebro, mientras que los dos argentinos sólo el derecho.
Es necesario aclarar que no estoy hablando de política, no soy de derecha ni de izquierda después de haber leído, en orden, a Étienne de La Boétie, William Godwin, Pierre-Joseph Proudhon, Sébastien Faure y Mijaíl Bakunin.
De lo que estoy hablando es de tener un Síndrome del Túnel Carpiano en la mano derecha por la compresión en el nervio mediano y me toca enseñar a la mano izquierda a que realice las acciones de la otra antes de tomar la decisión de operarme, y hago todas estas reflexiones por culpa de mis amigos médicos, ya que la mitad me dice que me opere y la otra mitad me dice que lo piense porque debo conocer cuál va a ser el porcentaje de curación, habida cuenta de los síntomas que tengo en el pulgar, el índice y el medio de esa mano: dolor, entumecimiento, hormigueo y debilidad en la mano y los dedos, todos los cuales empeoran con el trabajo en el computador durante 10 horas de lunes a sábado por ser “chuzógrafo”, sólo escribo con los índices de cada mano.
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