En el seudónimo ‘Porfirio Barba Jacob’, entiendo que el nombre es por Porfirio Díaz y los apellidos por un hereje del siglo 16. ¿Qué se sabe de este último? Samuel Whelpley, Medellín

Aunque se ha dicho varias veces que el nombre alude al filósofo neoplatónico Porfirio (ca. 232-304 d. C.), autor en el siglo 3 de un ¡tratado de vegetarianismo!, es muy creíble que Barba Jacob lo haya adoptado por Porfirio Díaz, que gobernó hasta pocos años después del primer arribo a México del poeta. A este, le simpatizaba el gobernante, cuyo nombre era una palabra de mucha resonancia. En su Historia de los heterodoxos españoles (1883), el erudito Marcelino Menéndez Pelayo narra que a comienzos del siglo 16 vivió Mosén Urbano, un florentino que se nombraba a sí mismo Barba Jacobo (así lo escribe Menéndez), famoso heresiarca (o jefe) de una herejía, que proclamaba su supuesta esencia divina y afirmaba que él era “el Dios verdadero omnipotente, en Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. […] que era igual a Jesucristo, y que, así como Jesucristo vino a dar testimonio del Padre, así Barba Jacobo, que era el Padre, vino a dar testimonio del Hijo”. Además, aseguraba que era perfecto, que estaba próximo el fin del mundo, que él, “Barba Jacobo, verdadero y único pastor, juzgaría a los vivos y a los muertos” y, así, una serie interminable de disparates. Considerando que estaba mal de la cabeza, la Inquisición lo apresó durante cuatro meses, al cabo de los cuales, como Barba Jacob había mostrado cordura, fue liberado, pero a los pocos días volvió a sus prédicas y fue apresado de nuevo, condenado al oprobio y entregado al brazo secular (autoridad civil), que lo ejecutó el 5 de mayo de 1507. Hay otra mención del heresiarca, y es la que hace en su novela Paradiso otro erudito, el cubano José Lezama Lima, quien dice: “… la herejía de Barba Jacob, condenado en 1507, quien afirmó que moriría degollado y que después de su resurrección las mujeres concebirían sin varón. […]. Yo diría que esa segunda iglesia, que según Barba Jacob comenzaría después de su resurrección, representaría cabalmente la inmortalidad”.

Origen de la palabra ‘chueco’… Kevin López V., B/quilla

Su origen incierto quizá sea ibérico o vasco. No obstante, el diccionario considera ‘chueco’ como americanismo y lo registra con el sentido de madero curvo del arado o con el de patichueco o patituerto (patas o piernas torcidas). En Colombia también se usa con la acepción de ‘viejo achacoso’, o de cosa inútil por mal hecha o defectuosa, o de personas que se desvían de la línea recta de conducta.

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