¿Por qué en las loterías se habla de ‘premios secos’? A. Hernández, Bogotá
Las loterías son juegos de azar que sortean ‘premios gordos’ y ‘premios secos’, es decir, ‘premios flacos’, porque los dos adjetivos, ‘seco’ y ‘flaco’, son sinónimos. De hecho, al comienzo de Don Quijote, Cervantes, aludiendo a la delgadez del protagonista dice que era “seco de carnes”, y en el Diccionario aparece esta acepción de ‘seco’: “Dicho de una persona o un animal: muy delgado y falto de vigor. Sinónimos: flaco, enjuto. Antónimos: fuerte, gordo”. En fin, los ‘premios gordos’ son copiosos, y los ‘secos’ (o ‘flacos’) lo son menos.
Hace poco, alguien le escribió: “Úrsula Iguarán es la verdadera Lisístrata de Cien años de soledad”. No lo veo claro… Jorge Atanasio, Medellín
Lisístrata es la heroína de la comedia de Aristófanes del mismo nombre. No es fácil hallarle un parecido con Úrsula Iguarán, pese a que en el entramado narrativo de García Márquez no es extraño el teatro clásico griego, prueba patente de lo cual es el epígrafe de La hojarasca, extraído de Sófocles. En la obra, Lisístrata es una pacifista, tal como lo era Aristófanes en la vida real. Todo sucede durante la Guerra del Peloponeso (s. V a. C.), entre atenienses y espartanos, cuando Lisístrata, para llamar la atención de los hombres, convoca a las desposadas de los dos bandos en contienda a una huelga sexual que sirviera para reivindicarlas y para obligar a los hombres a acoger la paz y a no mantenerlas abandonadas. Por el lado de acá, Úrsula es el equilibrio de la estirpe Buendía, porque Amaranta no puede serlo; Rebeca no puede serlo; Remedios no puede serlo; Santa Sofía de la Piedad no puede serlo, en fin, Fernanda del Carpio, advenediza y sofocante, no puede serlo. Nadie puede serlo entre las mujeres, excepto Úrsula, cuyo equilibrio exuda un carácter fuerte y necesario, como cuando reprende con extrema severidad a Arcadio, entonces rudo comandante militar en Macondo. Úrsula nunca convoca una huelga sexual, de ninguna manera, pero es sagaz, severa y matriarcal, y el eje motor de la casa Buendía.
Nota: Yo desconocía que la calabaza, la ahuyama y el zapallo fueran el mismo fruto, según dice el lector Héctor Gómez R. en referencia a mi pasada respuesta sobre la expresión “dar calabazas”: “Manifiesta usted que la calabaza tiene ‘poca demanda, porque solo sirve para hacer sopas o panes’. [Pues bien,] La calabaza o ahuyama o zapallo es utilizada hoy en día en múltiples preparaciones: dulces, al horno rellena con carnes, pastel, flan, tortas, jugos, té de calabaza, brevas con calabaza, etc.”.