Las profesiones se hicieron para aprender un poco más de tópicos, temas, fenómenos, momentos problemas y en general, prepararse para enfrentarlos mejor. Sin olvidar, que, al lado de lo profesional, está la experiencia, aquella que nos queda con el transcurso de los años. Si unimos las dos, formación profesional y experiencia los resultados son mejores. Al lado, de estas dos, condiciones humanas, están los sentimientos, la responsabilidad, la disciplina, la persistencia, la honestidad y el afecto o amor por nuestros semejantes. Si alguno de estos, falla, cometemos más errores y aunque parezcamos triunfalistas en un mundo dependiente de la riqueza material seguimos siendo infelices y desgraciados. La estabilidad emocional y el funcionamiento de la vida muestra que necesitamos actividad, descanso, seguridad y manejar en forma consecuente las necesidades para al menos lograr una buena calidad de vida.
La salud, se convierte en un elemento codiciado por encima de otras condiciones, lo que nos permite conseguir un funcionamiento fundamental para conseguir los otros logros deseados. Alterada la salud, lo demás se realiza en forma indeseable. Quien se dedica a la Medicina se da cuenta cuando aparece la enfermedad. Los síntomas y signos son evidentes. La fiebre, la dificultad para respirar, la falta de apetito, la debilidad para caminar o hacer cualquier función, la falta de lucidez para entender los fenómenos psicológicos, mentales o actitudes diarias, parecen cegarnos y llevarnos al grado más alto de la enfermedad, no reconocer nuestra propia enfermedad. Este grado de gravedad si no es detectado por uno mismo, difícilmente, se puede corregir, a pesar de la intervención de profesionales, amigos y otros. Si el paciente niega su enfermedad hace más difícil su recuperación, aún, utilizando los mejores médicos y adelantos científicos.
Si trasladamos los elementos médicos, a la salud de un país completo, vemos que existen signos claros de una enfermedad universal, que no solamente sufre Colombia sino todos los demás países. No pretenderemos curar un mundo con tantas enfermedades o patologías que, como el cáncer, difícilmente puede ser al menos controlado. Lográndose, sin embargo, significativos avances, con curaciones completas hechas a tiempo y, prolongación de la vida en mejores condiciones.
¿Qué es lo que podemos hacer por la enfermedad de las grandes sociedades? Analizarlas, hacer un buen diagnóstico y darles el mejor tratamiento. Lo que en medicina hacemos, se vuelve más difícil cuando de generalizar los problemas se trata. Porque además de la salud se deben enfrentar las grandes epidemias asociadas a grandes cambios medio ambientales, propios de la naturaleza, la pobreza, la criminalidad y el menosprecio de lo que le pasa a los demás, entre los más importantes. Tendremos que hacer una buena reflexión de nuestros momentos que vivimos. Revisar con profundidad los problemas sociales, nos ayudará a resolver los nuestros, sin caer en el principio de que, no nos importa, ni nos afecta, lo que le pasa a los demás.
El análisis debe tener liderazgos, pero no solamente con el pensamiento de un genio que resuelva todos los problemas. Como en el caso de la medicina, se necesitan equipos, instituciones, organizaciones, muchas existentes, pero sin funcionamiento coherente y multiplicador.
Colombia está enferma, el solo número creciente de suicidios y crímenes no los dice. En Colombia no hay crimen imposible, aún sin llegar a una guerra con otros países. Es peor, nos matamos entre hermanos para conseguir lo que cada uno desea.
Se necesita una intervención quirúrgica profunda, una evaluación clínica y tratamientos óptimos, para que saquemos un país enfermo de tantos problemas que, como el enfermo que no acepta su enfermedad, menos podrá salir de ella.