Corriendo el riesgo de equivocarme, al presidente Petro no hay nadie en el país, que, en estos momentos, se lo gane en cuanto a las convocatorias del pueblo en la plaza pública se refiere, no tiene rival en ese sentido en el contexto nacional.
Parte de la explicación corresponde a que, por un lado, para el presidente Petro la calle es su escenario natural de confrontación durante años. De otro lado, porque en realidad, inclusive algunos gremios económicos lo consideran, la reforma laboral de hace veinte años fue la del empresariado y la que requiere el país en estos momentos, representa una deuda histórica con los trabajadores.
De una u otra manera, la controversia política entre los extremos, conduce al país en la calle directamente al despeñadero, al caos y la pérdida económica golpeará, sobre todo a los más pobres, ahondando más la brecha social de la Nación.
Llevar a los connacionales a la calle significa un error histórico porque lo que requiere el país en este momento es la unión para superar además de las contradicciones internas, salvar las consecuencias desconocidas derivadas de las relaciones con los Estados Unidos y con la China.
Sin duda los únicos responsables de lo que suceda con la Nación serán sus poderes públicos, el Congreso de la República, la Presidencia y el Poder Judicial.
Vencer la polarización nacional entre la derecha e izquierda hace imperativo despojarse de orgullos, banalidades y egoísmos. Los actores políticos deben entender que los intereses de la Nación están por encima de personalidades, partidos y del espectro político.
Se necesita urgentemente que la oposición, el presidente, los órganos de control, el poder judicial y legislativo, se unan en un gran acuerdo nacional para sacar a Colombia del atolladero, del cual, por acción u omisión, todos son responsables.
Este gran acuerdo nacional debe además estar orientado a postular un presidenciable para las elecciones de 2026. El reto claro de unir la Nación para obtener el nuevo aire que necesitamos los colombianos implica que el candidato sobrepase los mezquinos intereses personales de quienes están en la palestra.
El presidenciable que salga de ese gran acuerdo nacional por la unión de la Nación imperativamente debe ser tan fuerte para vencer en las urnas a los candidatos de la izquierda y derecha que se encuentran anclados en el discurso de la división y el odio que no nos ha conducido a nada.
Un gran acuerdo por la unión de la Nación además de ser necesario se constituye en la única vía válida para sacarnos del atraso en que nos encontramos como consecuencia de este gobierno y de la profunda brecha social producida por los gobiernos antecesores.
La crisis se soluciona con la unión inteligente y no con más división.
@orlandocaba