La más reciente encuesta de las firmas Guarumo y EcoAnalítica, realizada entre el 21 y 26 de abril 2025, nos muestra unos resultados muy satisfactorios en la medición del desempeño de los alcaldes de las principales ciudades del país, lo que evidencia que la gente -o el pueblo, del que Petro se cree dueño- está satisfecha con su gestión.
El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, con el 85.4% se consolida con el más alto nivel de aprobación, seguido por Dumek Turbay con el 75.6%. En general, todos los alcaldes de las principales ciudades del país, incluidos en la encuesta, registraron un crecimiento en sus respectivos niveles de aprobación. Jaime Beltrán, de Bucaramanga, tiene una aprobación del 68.3%; Federico Gutiérrez, de Medellín, registró 60.2%; Carlos F Galán, de Bogotá, llegó al 55%, mientras que Alejandro Eder, de Cali, alcanzó al 52.2%.
Estos resultados, de alcaldes que no son afines al gobierno Petro, deben animar a los colombianos a alimentar la esperanza y la confianza en un mejor futuro de nuestro país. Especialmente en las actuales circunstancias de incertidumbre y polarización.
Es una exigencia inexcusable seguir buscando un líder sólido, con el conocimiento, la capacidad de estadista y el carisma, necesarios para cohesionar a los distintos sectores políticos, actualmente en la oposición, con el propósito de consolidar las mayorías necesarias, por encima de los egos e intereses particulares, para lograr el triunfo en las elecciones presidenciales del 2026.
Solo así se podrá rescatar el país del atolladero en el que lo tiene el gobierno nacional, como primer paso para iniciar el proceso para reorientar su desarrollo. Hay que evitar desgastarse en campañas políticas con múltiples precandidatos pues al final pueden debilitar las posibilidades de lograr el objetivo propuesto.
Este país no resistirá la repetición de un caótico gobierno nacional como el actual, que ni siquiera ha sido capaz de cumplir sus demagógicas promesas. Solo por motivos ideológicos, se ha empecinado en destruir lo que funcionaba bien.
Pareciera que el principal interés del gobierno nacional es dedicarse a hacer política proselitista, con un presidente que irrespeta y maltrata con madrazos a los opositores y a los líderes de las otras ramas del poder público, tal como lo acaba de hacer con el presidente del Congreso. Es una demostración de que la dignidad del Poder Ejecutivo ha caído a un nivel muy bajo, del cual hay que sacarla con la participación de la mayoría de los colombianos.
@AELopezP