El Instituto Nacional del Cáncer, define al cuidador como la “persona que asiste a otra persona que necesita ayuda para cuidar de sí misma, por ejemplo, niños, ancianos o pacientes con enfermedades crónicas o en condición de discapacidad. Los cuidadores son profesionales de la salud, familiares, amigos, trabajadores sociales, entre otros, que prestan ayuda en el hogar, en el hospital o en otro entorno de asistencia sanitaria”.

Dentro de este marco, vale la pena rememorar cada 5 de noviembre como una fecha especial para rendir un merecido homenaje a aquellas personas que se dedican al cuidado de quienes están en situación de dependencia. Cuidar a alguien puede ser gratificante y satisfactorio, pero también puede ser un desafío; por esta razón, es necesario reflexionar sobre las realidades que enfrentan los cuidadores y la persona que recibe los cuidados.

Los cuidadores hacen mucho por otras personas, tanto así que, deben alternar su trabajo y vida familiar para adaptar su tiempo a estas nuevas responsabilidades. Cabe destacar que, su rol es un recurso muy importante dentro de la atención médica, pues en muchos casos, el cuidador es la única persona que sabe todo lo que está sucediendo con el paciente.

Se cree que el bienestar físico, mental y emocional es un factor exclusivo del o para el paciente, pero esto también cobra un valor significativo en quienes dedican su tiempo a la labor de cuidado, por lo que es fundamental mantener prácticas de autocuidado y considerar que todas las personas en algún momento necesitan apoyo.

De este modo, deberíamos visibilizar a los cuidadores y pacientes con cáncer, enfrentarse a un diagnóstico como este no es una tarea fácil, no sólo por la complejidad de la enfermedad, sino porque tiene un gran impacto sociocultural. Pese a que la familia y los amigos son personas trascendentales en el proceso de ayuda, no se puede dejar de lado el apoyo del personal médico, grupos de apoyo, cuidados de relevo o cuidado temporal, y otros recursos disponibles, como un consejero u otro profesional.

En Pfizer hemos crecido y prosperado manteniendo el compromiso con los pacientes que nos necesitan. Sabemos que lo que hacemos importa, y nos tomamos muy en serio nuestra obligación de hacer lo correcto para nuestros pacientes y su familia. Consideramos que servirles es una obligación sagrada y un verdadero privilegio.

Sin duda, muchos cuidadores están disponibles para su ser querido las 24 horas del día durante meses o incluso años, y es posible que preste menos atención a su propio bienestar. Como cuidador, su propia salud y bienestar también son importantes. Recuerde cuidarse para estar en condiciones de cuidar a su ser querido.