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La rehabilitación y mejoramiento de la mía Santa Marta - Minca, a un costo de 43 mil millones de pesos, es una de las obras de mayor importancia en el Magdalena, luego de la Vía de La Prosperidad, entre Palermo, Sitio Nuevo y Guimaro, Salamina.

Esta carretera, considerada una de las más peligrosas de la región por su deteriorado estado, dejará pronto de serlo luego que la Concesión Ruta del Sol II la culmine posiblemente en diciembre próximo.

La intervención de esta vía de 14 kilómetros, desde la intersección de Mamatoco hasta el puente de Mina, será con pavimento en asfalto y de doble carril.

Víctor Esper, director de proyectos de Ruta del Sol II, dijo que se va a pavimentar una calzada bidireccional, con un ancho promedio de siete metros.

El proyecto contempla cinco puentes, tres de ellos nuevos, porque los existentes están en mal estado.

La vía es intervenida en dos tramos, el primero de 2 kilómetros desde la intersección de Mamatoco hasta Tres Puentes, y el segundo de 12 kilómetros hasta Minca.

En este punto de llegada se derribará el viejo puente militar para darle paso a una estructura de dos carriles, cada uno con seis metros de ancho, lo cual no solo mejorará la condiciones de seguridad, sino también las de movilidad.

De los 43 mil millones de pesos que se invertirán, el Instituto Nacional de Vías, Invías, aportó 23 mil millones, recursos de valorización y de las regalías.

La firma contratista reportó que se han implementado acciones de reforzamiento en todos tramos de la obra; aumentando en un 50 por ciento el recurso que en cuanto a equipos.

De acuerdo con el cronograma próximamente estará terminada la obra en su tramo urbano, con paraderos, señalización y demarcación. Así mismo entrará en el puente Aladino, ubicado a la altura de Tigrera.

Lo que visionan. Los habitantes de Minca proyectan el desarrollo turístico y comercial de su corregimiento. Reconocen el potencial turístico con el que cuentan, pero advierten que debe haber más conciencia ambiental por parte de propios y visitantes.

Están conscientes que el territorio hay que ordenarlo para que la zona urbana concentre la parte de infraestructura y la parte baja se reserve para la actividad agroecológica.

Los habitantes visionan un Minca con un mejor acceso, vías primarias secundarias y terciarias en buen estado y servicios públicos optimizados como es el caso de la electrificación, acueducto y alcantarillado y una vivienda rural digna.

La opinión de quienes residen en este lugar es que el territorio se debe ordenar, pero aunque sueñan con sede universitaria, centro médico rural, espacios culturales, de recreación, establecimientos educativos para la formación agropecuaria y escuelas rurales para la formación ambiental; quieren que la infraestructura se construya solo en el casco urbano porque el anhelo es seguir conservándolo como localidad turística y ecológica.

Capital Ecológica. Minca, conocida como capital ecológica de la Sierra Nevada, es un pequeño poblado de 600 habitantes, aproximadamente, enclavado en las estribaciones del macizo intertropical y perdido entre la frondosa vegetación. Hasta allí se llega por una serpenteante carretera de 14 kilómetros que parte de Santa Marta y se recorre en 25 minutos, en carro.

Es un paraíso ecológico con un río que lleva el mismo nombre de la población, de aguas cristalinas y su inmensa vegetación verde, que guarda debajo de la tierra la riqueza arqueológica de sus antepasados.

Minca sirvió en el pasado como hábitat de la cultura Tayrona y hoy en día se encuentran en las tierras altas los indígenas pertenecientes a los pueblos Kággaba (Kogi), Ijka (Arhuaco), Wiwa (Arzarios) y Kankuamo