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Los tierrabomberos hace un año y ocho meses arma­ron un escándalo nacional.

Se negaron a votar en las elecciones parlamentarias porque a su isla se la estaba tragando el mar y los políti­cos iban a prometer y no les cumplían. Había despareci­do cerca de un centenar de viviendas. La erosión ame­nazaba con llevarse a todo el pueblo.

En la isla de Tierrabomba, a 15 minutos de Cartage­na, en lancha, tenían grima contra la clase dirigente, contra los gobernantes. Llevaban más de 15 años reclamando espolones para protegerse de los embates de las olas.

Finalmente, sus clamores se escucharon. Tras el fra­caso en el uso de recursos de regalías que había dispuesto el Gobierno nacional; el De­partamento y el Distrito tra­bajaron en asocio y lograron rescatar la partida aprobada para las obras de protección costera.

Se trataba de $25.000 millones para la construc­ción siete espolones, tres rompeolas, una protección marginal y un relleno hi­dráulico para la recupera­ción de playas.

En agosto pasado, se dio la buena nueva del inicio de los trabajos. Tras surtirse el proceso de licitación, empe­zó la colocación de piedras calizas para la construcción los espolones y rompeolas.

El secretario de Infraes­tructura, Mario Ramos Juliao, dice que la empre­sa de ingeniería encarga­da del macroproyecto de protección costera para Tierrabomba, RAHS Inge­niería S.A.S., tiene un plazo de 18 meses para la termi­nación del proyecto, que consolidará a esta isla como uno de los polos turísticos de Cartagena.