El jefe de Estado escribió en X el papel que jugaron los subsidios a la gasolina y el diésel en la actual situación de las finanzas públicas por cuenta del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
El análisis reveló que el déficit del Gobierno Nacional Central (GNC) acumulado a mayo alcanzó el 3,1 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Muchos analistas ya prevén un déficit superior al -7,5% del PIB y un nivel de deuda que superará el 63% del PIB este año, siendo el mayor en la historia del país. Y ni hablar del 2026, lo del presupuesto no pinta bien.
Tras una investigación internacional que revela que Colombia pierde más de $130 billones anuales por evasión de impuestos, el presidente insiste en una ley de financiamiento que reduzca la presión sobre la clase media y obligue a los más acaudalados a cumplir con sus obligaciones fiscales.
Colombia necesita recursos, sí. Pero también necesita un gobierno que planifique, que priorice, que entienda que no se puede vivir eternamente del corto plazo. Subir la retención hoy puede dar oxígeno momentáneo, pero si no se acompaña de una reforma tributaria técnica, consensuada y transparente, será pan para hoy y más crisis para mañana.